Borrar

"Un carril bici europeo cruza la región, hay numerosos ciclistas haciendo rutas largas"

Día 14: 109 kilómetros a orillas del Danubio, acercándonos a la frontera con Eslovaquia hasta llegar a Esztergom (Hungría)

josé montes

Viernes, 7 de agosto 2015, 09:39

Hoy nos ha tocado recorrer 109 km., la mayor parte. El perfil queda de la siguiente manera: 207 m. altitud máxima, 103 m. mínima, 399 m. de ascensión y 437 m de bajada. La primera parte tiene su dificultad, pero cuando nos hemos acercado a la orilla del Danubio ya es coser y cantar

A unos 28 km. llegamos a Kisber, ciudad cuyo nombre fue dado a un famoso caballo de carreras que los aficionados a este deporte conocerán porque ganó las más importantes carreras en Inglaterra y en Francia hace ya más de un siglo.

En Kisber también se puede contemplar toda Hungría porque hay un mini park donde están representados los más conocidos monumentos de este país. Te vienes aquí, te das una vuelta, lo ves, te sacas fotos y podrás presumir de haber recorrido toda Hungría.

Entramos en una nueva región húngara, se llama Komaron Esztergom y es la segunda en población y densidad de todo el país.

Llegamos a Komaron, lugar donde saludamos al Danubio de nuevo, pues le habíamos despedido en Viena. Ahora nos acompañará hasta Budapest.

Komarón es un pueblo fronterizo con Eslovaquia y como estos dos países pertenecen al espacio Schengen podemos ir y venir sin ningún problema.

A unos 50 km. llegamos a nuestro destino de hoy, Hostel Caleidoscopio, aunque los húngaros lo escriben de otra manera. Está en la ciudad de Esztergom. Aquí residió el más alto jerarca de la iglesia católica del país: el arzobispo de Esztergom y ello le hizo a la ciudad ser muy importante.

El nombre de la ciudad procede de Iszter, nombre dado por los antiguos al río Danubio y de gam o garam que significa montículo. Destaca desde lejos la gran basílica con la advocación a San Adalberto, la estatua de la Santísima Trinidad, el monumento a la conversión de San Esteban al cristianismo y los restos de la muralla medieval.

Sedientos

Anoche en el camping hemos bebido los indecible, había en la nevera de la cocina varias botellas de agua con gas y yo me he bebido una de litro y medio casi sin respirar. Tenemos mucha sed, hemos sudado mucho y con el calor que hace no quedamos satisfechos bebamos lo que bebamos.

A las 7.00 de la mañana ya hace 22 grados y el día promete. Vemos la gran basílica en el alto y la dejamos estar allí porque no tenemos ganas de subir.

Paramos en el pueblo y desayunamos algo que compramos en el súper. Seguimos la carretera hacia nuestro destino y ¿Por dónde tenemos que ir? Por la Basílica. Así que subimos unos tres kms, por un desnivel del 10 % con 40 Kg. de peso sudando de lo lindo. Ley de Murphy, o lo que decimos en España no quieres taza, pues taza y media.

Lo que hemos tenido a continuación es más de lo mismo que ayer: crreteras llanas, interminables, con carriles bici en la última parte y un sol de justicia que hoy hemos visto en marcadores 38 grados.

Tomás sueña con los helados y no para de ver carteles que anuncian eladó. Paramos, pero no venden helados y vuelta a empezar, hasta que nos hemos dado cuenta de que en Hungría 'eladó' es vendedor y aparecen en carteles junto a inmuebles y un número de teléfono. Dicho de otra manera: cuando ves eladó es que alguien está anunciando la venta de su casa.

Carriles bici por doquier

Vamos de fuente en fuente cogiendo agua fresca subterránea que bombeamos con el artilugio que veis en las fotos. Está buena y fresquísima, la vida nos da. Los carriles bici los hay por doquier y ya que los ofrecen, pues los cogemos aunque algunos están en muy malas condiciones por las raíces de los árboles contiguos que levantan el asfalto.

Veréis los pasos a nivel que nos recuerdan a nuestra tierra. Paralizan la circulación pero se ve a la gente ya acostumbrada, y según nos dicen esperan poderlo resolver en esta legislatura casi con toda seguridad.

Hay un carril bici europeo que pasa por esta zona, así que se ven muchas bicicletas con alforjas haciendo rutas largas. En la foto se ve a un tándem con una parejita inglesa que han salido de Oxford, pasado a Calais, Bélgica, Holanda, Alemania, Austria y ahora iban a Budapest.

En Komarón hemos aprovechado para comer algo de fruta aprovechando un mercadillo local. Nos han encantado las frutas que venden porque tienen sabor casero. Seguro que son frutas que no han estado nunca en ninguna cámara refrigerada. Esto es lo bueno de ir por zonas muy rurales.

En un kiosko de carretera nos hemos pedido dos perritos con mostaza y dos cervezorras y lo hemos comido junto al Danubio, que por aquí lo llaman Duna. Luego el dueño nos ha ofrecido un brebaje para compartir con el café que se llama Pálinka, un aguardiente que he echado al café y me ha dado un vigor extremo. He llegado a la conclusión que tanta fruta es mala y hay que combinarla con este tipo de bebidas.

La odisea del helado

Luego, en un restaurante con anuncio de helado hemos parado para dar satisfacción a Tomás. El propietario se empeñó en echar al helado frutas que tenía guardadas en la nevera. Comenzó con moras que al abrir el tupper donde estaban salió una pátina de moho banco que casi nos da mal, luego lo mismo con unas fresas que tuvo que tirar y cuando incó el sirvehelados en el helado casi se le rompe de lo duro que estaba. Nos sonreímos porque nos suponíamos que el último helado que se habría servido fue en 1865.

Salimos pitando aunque consideramos hacernos una foto para aviso de navegantes.

Por fin hemos llegado a Esztergom y tras una reconfortante ducha hemos ido a comprar para cenar pero hemos llegado tarde porque a las 7.00 de la tarde han cerrado. Para compensar nos hemos tomado una cerveza y un superhelado y luego hemos comprado un kebab que hemos deglutido en el hotel con varias cervezas de medio litro.

Y esto, someramente, es lo que nos ha dado el día de sí. Ahora nos acostaremos en una habitación que tenemos para los dos solos y si alguno tiene pesadillas ahí estará el otro para agarrarle de la mano y sosegarle, je, je.

Que seáis buenos.

Saludos

Jose y Tomás

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes "Un carril bici europeo cruza la región, hay numerosos ciclistas haciendo rutas largas"

"Un carril bici europeo cruza la región, hay numerosos ciclistas haciendo rutas largas"