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josé montes
Jueves, 13 de agosto 2015, 12:12
Hoy vamos desde Hortobagy a Tokaj, ambos lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. No sabemos si estamos haciendo un viaje en bicicleta o un máster. Tokaj se pronuncia Tokai, nos ha costado aprenderlo porque el húngaro es muy difícil.
La distancia entre ambas poblaciones es de 106 km. con un desnivel de 103 m. de desnivel máximo, 85 m. mínimo, 185 m. de subida y 169 m. de bajada, salida llana que luego se ha ido encrespando.
Continúan las carreteras sin arcenes, bacheadas, un poco descuidadas y prácticamente sin signos de población.
Balmazujvaros, a unos 15 km, es una pequeña ciudad de la que hay que resaltar el Castillo 'Semsey' y el Memorial a Peter Veres, escritor y político del que se dice fue una gran figura de la literatura húngara. Nosotros, sinceramente, le acabamos de conocer.
A medio camino entramos en la región de Borsod-Abauj-Zemplen, El nombre de la región corresponde a tres castillos: Borsod de su primer dueño Bors; Abauj de su nombre completo Abaujvar, Aba del clan que gobernó la zona y ujvar que significa "castillo nuevo", finalmente, Zemplen que se deriva de Zem (tierra, suelo, país).
la ruta
la ruta
Precisamente en las laderas sur de las montañas Zemplen se sitúan los viñedos de la localidad de Tokaj, nuestro destino de hoy. Esta zona tiene un suelo volcánico que es ideal para los viñedos y que aportan singularidades según el lugar donde crecen ya que el suelo varía de un punto a otro.
Tokaj-Hegyalia, en húngaro estribaciones de Tokaj, junto la región situada en el Alto Duero y la isla del Pico en Portugal son las únicas regiones vinícolas del mundo declaradas Patrimonio de la Humanidad. Actualmente hay más de 600 bodegas, 50 de las cuales producen todas las variedades del vino de Tokaj.
Alguno de los criterios tenidos en cuenta por la Unesco para su calificación como Patrimonio de la Humanidad desde febrero de 2012 han sido: que La región vinícola de Tokaj representa una tradición vitícola distinta que ha existido por lo menos mil años y que ha sobrevivido intacta hasta la actualidad y todo el paisaje de la región vinícola de Tokaj, incluidos los viñedos y los asentamientos establecidos desde hace tiempo, ilustran vívidamente la forma especializada de uso de la tierra tradicional que representa.
Aparte de los viñedos existe un patrimonio arquitectónico en la región compuesto de iglesias medievales católicas-romanas, iglesias ortodoxas, sinagogas judías, castillos, mansiones principescas y aristocráticas, etc.
A las 5:00 el señorito Tomás no puede dormir, así que se revuelve y pone al personal, o sea, a mí, en estado de revista. El sol a esa hora ya pica y las tiendas comienzan a acumular el calor del sol. Todo hace que nos pongamos en marcha rápidamente
Por el camino llano, caluroso, desesperante, vamos cantando a veces las típicas canciones de excursión, como por ejemplo la de la cabra. Hoy hemos inventado una variante del cornudo animal que dice: "La puszta, la puszta, la pu de la puszta, la madre que la parió".
Para el que haya llegado tarde a la clase le explicamos que la Puszta es la llanura húngara por donde triunfó Atila.
Y es que estamos aburridos de este paisaje que, si les quitas las granjas aisladas con sus artilugios para sacar agua de los pozos, el resultado es la nada, pero la nada de la película 'La historia Interminable'. Que ganas tenemos de salir de esta caldera que, por mucho que sea la de Pedro Botero, no le llegará ni a la cintura.
Por cierto que gracias a una de esas granjas hemos podido hoy suministrarnos de agua. Desesperados por las distancias entre poblaciones decidimos entrar en una de ellas a pesar de los perros que nos salieron al paso. Un empleado avisó al dueño quien muy amablemente nos sacó una botella de agua de 2 litros¡Con gas!. A mí me gusta, pero Tomás casi la escupe. Llenamos con cortesía las poncheras y le dimos las gracias. A los pocos metros volvimos a estar como estábamos, sin agua 'normal'.
Paramos a comer en Hajdunanas y en un banco semicircular nos hicimos el bocadillo con unos litros de cerveza. La gente nos mira y les debemos dar pena, así que se vienen donde nosotros para ofrecernos cosas, pero no nos entendemos. Simplemente sonreímos. Sin embargo tres parroquianos se acercaron para ofrecernos unas pequeñas botellas con Vodka y otro fortísimo licor. Les agradecimos su oferta, incluso fueron al super y nos trajeron una botella de dos litros de agua ¡Con gas! para que la lleváramos. Allí se la dejamos con todas las reverencias de agradecimiento que en ese momento pudimos hacer. Al salir preguntamos a una señora por donde había que ir hacia nuestro siguiente destino. Ella se bajó de su bicicleta, inspeccionó el mapa y nos dijo que a la derecha. Cuando íbamos a iniciar la marcha, nos llamó y nos dio ¡Un melón! De esos pequeños, porque solo nos faltaba llevar dos litros de agua con gas y un melón de los de Villaconejos ¿Os imagináis la estampa?
Fue curiosa la charla con los parroquianos, ellos en húngaro y nosotros en español. Imposible, hasta que dijimos la frase mágica: Real Madrid, Barcelona. Menudo guirigay. Yo que no estoy muy versado en lo del futbol he acabado entendiendo que Cristiano juega en el Barcelona porque ellos me dicen muy apasionadamente que sí y que Messi es del Real Madrid. Vaya follón. Y mientras tanto Tomás argumentando que no hay derecho con lo de Casillas
Veréis los carriles bici que hay por aquí y cómo los usan, además de bicicletas eléctricas muy características.
Ya próximos a Tokaj descubrimos un pantano precioso y nos dio para descansar a la sombra. Ya comenzamos a ver montaña, pues Tokaj tiene su viñedo en la ladera. Como nota curiosa nos hemos encontrado con que la carretera acababa en el río. Pronto vimos aparecer a una barca enganchada con un cable que traía un camión, el vehículo bajó y nosotros subimos. Nadie nos pidió un florín, así que bajamos y continuamos nuestro viaje.
Ya en Tokaj hemos visto mucha animación, es un lugar muy turístico que ofrece actividades de todo tipo, especialmente acuáticas y, como no, vitivinícolas. Yo he querido probar el vino de aquí, pero lo tienen caliente y hoy marca el termómetro a las 19:30, 38 grados. Hoy habremos soportado más de 40 grados, o mejor decirlo en Fahrenhait: ¡108!. Con todo nos parece mejor la cerveza que la hemos acompañado de un kebab porque no hay quien vaya a cocinar a la cocina del camping. La pena es que habíamos comprado 6 trozos de panceta para echar a la sartén y lo hemos tenido que tirar, pero no hay mal que por bien no venga.
Hemos alquilado una pequeña habitación por 7,5¤ por barba, más barato que ayer con la tienda de campaña. El problema es que no hay quien pare dentro del calor que hace. Seguramente acabemos sacando los colchones de las camas y los pongamos en el prau.
Qué desesperación de tiempo. Mañana iremos a una zona de montaña. Veremos si el tiempo cambia. Os lo contaremos si aún vivimos
Saludos
Jose y Tomás
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