Borrar
En la frontera entre Eslovaquia y Polonia.
"Estamos cerca de la frontera y sucumbimos a la tentación de pasar a Polonia"

"Estamos cerca de la frontera y sucumbimos a la tentación de pasar a Polonia"

Día 24: ruta de 111 kilómetros y con una ascensrión de 1.121 metros para llegar de Bardejov hacia Poprad

josé montes

Lunes, 17 de agosto 2015, 11:01

Seguimos con las rutas de más de 100 kilómetros. La de hoy es de 111 Km y toda ella transcurre hacia arriba porque salimos desde 264 metros de altitud mínima y llegamos a 668, con 1.121 de ascensión y 717 de bajada.

No hay poblaciones que destacar hasta que a los 25 kilómetros pasamos rozando la frontera con Polonia, donde hacemos una incursión, así que no desaprovechamos la ocasión para enseñar a los Polacos como pedaleamos los de Torrelavega, internándonos lo necesario para hacernos unas fotos y llamar a nuestras familias, que yendo de estanco en estanco buscando tabaco hemos llegado hasta aquí. Qué le vamos a hacer, esto del fumeteo tiene muchos peligros. La frontera está delimitada por un afluente del río Poprad, primero y luego por el propio Poprad que marca el 'limes' entre ambos países por muchos kilómetros.

A los 60 kilómetros Stará ubova nos saluda con su castillo en una loma. Tiene un casco antiguo visitable muy característico, aunque hemos visto tantos que parece tener elementos de todos ellos. Nos ocurre como cuando se visita un museo, al principio miramos todo con mucho detalle, deleitándonos, pero a medida que se ven más y más cosas comienza a resultar pesado. Mejor dejarlo para otro día y comenzar donde los dejamos el día anterior. ¿No os pasa a vosotros igual?

Podolinec, a unos 75 kilómetros, es una población a la que el gobierno ha declarado poseer unos valores propios en su urbanismo y arquitectura y también en su desarrollo artístico y cultural, por lo que se han establecido unas normas para su conservación. Es un pueblecito muy característico.

A 90 kilómetros, Ke¸marok nos ofrece una iglesia de madera consagrada a la Santísima Trinidad, que junto a otras repartidas por los Cárpatos están reconocidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 2008. Ésta de aquí está enfocada al culto evangélico pero en total son dos católica-romanas, tres protestantes y otras tres ortodoxas griegas, todas ellas construidas entre los siglos XVI y XVIII. Resulta sorprendentemente bella, fachada blanca, con mucho tejado oscuro cubriendo múltiples 'adosados', todo de madera, como el órgano de 1719 hecho con tubos de madera también.

En Ke¸marokm además, podemos ver una gran torre de vigilancia conocida como 'Reduta', un montón de iglesias católicas y protestantes, un castillo hecho museo, un cementerio nacido en 1674 para evangélicos y luego usado por católicos, etc.

Y finalmente llegamos a Poprad, conocida como "la puerta de entrada a los Altos Tatras"y por su pintoresco centro histórico. Desde aquí salen trenes eléctricos de via estrecha que llevan a cientos de turistas hacia las montañas situadas dentro del Parque Nacional de los Altos Tatras. Yo los miro con la ilusión de un niño que acaba de descubrir un horizonte muy escarpado, aunque no le falta razón a Tomás al afirmar que "quizá los Picos de Europa sean más espectaculares".

Para nosotros el día comenzó a las 6:20 en una habitación extraña, llevamos acumuladas tantas y tan variadas que al abrir los ojos tenemos que situarnos. Algún día os contaremos las particularidades de cada sitio donde nos hemos quedado.

Por de pronto, nuestra 'casera' nos está esperando con una bonita sonrisa. Viste un vestido rojo ceñido, el pelo recogido con una descuidada habilidad, un pompón azul sobre unas zapatillas también rojas y se desplaza arrastrándolas de forma pizpireta, mientras nos invita a pasar a la cocina donde nos ha preparado un desayuno salado y dulce. Nos entretenemos siguiéndola con la mirada y apostamos por su edad. No cumple 50, dice Tomás y yo me enfado solidarizándome con ella pensando en que no reconocería nunca esa edad. No sé, son muchos días fuera de casa. La verdad es que vamos tanto a lo nuestro que no nos fijamos en los detalles y menos en Dorothy.

No hay leche, ¿Qué clase de desayuno es ése en el que no hay leche? Pues no, hay agua caliente y unos polvos que dicen son de café. Ya nos ha fallado. Ahora sí que reconozco que pasa de los 50.

Ya saliendo coincidimos con otros huéspedes con su coche matrícula de Belarús o Bielorrusia y como nos parece tan exótico nos fotografiamos con el coche y la pareja. Mientras nos hacían la foto y conociendo ellos que éramos españoles nos dimos cuenta que los exóticos, aquí en Eslovaquia, éramos nosotros.

Nos despedimos de los caseros invitándoles a venir a nuestra casa. Aceptaron mientras les coloqué el colofón de "nuestra casa es vuestra casa" y para aclararles que era una oferta de corazón les añadí "without business". El casero, médico de profesión, entendió la indirecta y forzando una sonrisa se retiró a sus aposentos mientras nosotros buscábamos la salida de Bardejov hacia Poprad.

Hoy es domingo y los eslovacos caminan en hilera a las diferentes iglesias donde no caben porque hay muchas personas rezando en los aledaños con verdadero fervor. En pueblos minúsculosm dos grandes edificios sagrados, uno evangelista y el otro católico, están a rebosar. Todos vecinos, con creencias que les llevan a diferentes iglesias. ¿Aprenderán los ritos en la escuela pública o lo harán en las iglesias?.

Tomás va por delante y al pasar por un punto, un grupo de niños que antes habían llamado a Tomás, me agitan sus brazos al otro lado de un puente. Quiero hacerles una foto, voy para ellos y les veo desnudos con piel muy morena refrescándose en una charca. Antes de acercarme yo, se aceran ellos ¿Pero de dónde han salido tantos?. Me tocan las alforjas, tratan de quitarme la ponchera, casi me tiran. Hago un gesto brusco indicando la lejanía, ellos se vuelven y emprendo la salida como Fernando Alonso. Me siguen pero hay bajada. Ya no me pillan. Qué sofoco. Miro para atrás durante unos kilómetros por si vienen los padres¡Voy acojonado!

Avanzando, llegamos a unos pueblos que se anuncian doblemente con nombres latinos y con caracteres cirílicos. Estamos cerca de la frontera polaca, sucumbimos ante la tentación de pasar a ese país por una frontera que se nota existió pero que ahora no hay nadie. Tras la foto de rigor quisimos sentir que en territorio polaco las cosas eran diferentes pero, salvo que nuestra bandera de Cantabria tiene los mismos colores no vemos demasiadas similitudes, excepto el cartel de Carrefour.

Acabadas las misas vemos a feligreses y religiosas, unos andando y otros en sus bicicletas dirigiéndose a sus casas.

Hemos recordado el viaje al Cabo Norte hace dos años, donde nos surtíamos por los países escandinavos de todo lo necesario en las gasolineras. Hoy es domingo y no nos queda más remedio porque está todo cerrado.

Puedo decir que en la gasolinera cercana a Stará ubova marcaba el termómetro 31 grados mientras comíamos un bocadillo a las 12.00 de la mañana. Al arrancar nos percatamos de la tormenta que se avecinaba. Pensando que iba a ser pasajera y no nos iba a afectar seguimos adelante. Craso error, mojados hasta los tuétanos paramos en una parada de autobús donde, al menos yo, celebré el final de 24 días sufriendo temperaturas entre 35 y 45 grados, así que me puse a la intemperie y mientras Tomás me declaraba inútil por 'tonto el haba' me mojé pensando en todos los calores sufridos. En media hora la temperatura pasó de 31 a 18 grados. ¡Maravilloso!

Impresionante la cordillera de los Tatras, que aquí llaman Tatry, pertenecientes a la cordillera de los Cárpatos. En la foto la podéis ver a contraluz pero mañna iremos más cerca.

Finalmente llegamos a Poprad, Es una ciudad moderna con un paseo peatonal donde la Autoridad ha tenido a bien crear una zona wifi que propios y extraños utilizamos mientras paseamos. No nos vendría mal algo así en Torrelavega.

Ya en la 'Penzion' lavamos y cenamos tras comprar unas bebidas en la estación de tren de Poprad donde una placa recuerda que aquí mismo se comenzó a enviar a jóvenes judías a los campos de exterminio nazis. Así se lo quieren recordar con honor a la generación que lo sufrió y a las venideras.

Saludos a tod@s

Jose y Tomás

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes "Estamos cerca de la frontera y sucumbimos a la tentación de pasar a Polonia"