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"Bratislava tiene mucho pasado"

"Bratislava tiene mucho pasado"

Día 29: José y Tomás continúan su ruta a dos ruedas. Hoy, día de descanso

josé y tomás

Sábado, 22 de agosto 2015, 13:08

Hoy no hay prisas, Bratislava es tan poco visitada que no hay un servicio de guías especializado en el idioma español, así que haremos un recorrido en el city Tour, unos vehículos, mitad carromato y autobús que nos llevará por los lugares de interés.

Estamos alojados al lado del centro urbano, así que vamos caminando hacia él al tiempo que vemos pasar a los diferentes tranvías por los raíles en tan mal estado que parece que van a descarrilar en cualquier momento. Nos llama la atención una agencia que organiza un viaje a Spanielsko, nada menos que a Andalúzia.

Hay edificios bonitos con tejados llamativos y otros muchos un poco descuidados y para entrenar en un día de descanso, como hacen los profesionales de la bici, montamos en un tándem en paralelo resultando que llegamos al mismo tiempo a la meta. La plaza del centro está ya llena de puestos de souvenirs donde nos acercamos para curiosear. No podemos cargar con todo lo que nos gustaría llevar a familiares y amigos.

Y por fin aparecen los extraños vehículos donde subimos para ir a ver el castillo y luego dar una vuelta por el centro urbano con el traductor en español gracias al cual nos enteramos de muchas cosas interesantes. Bratislava parece no tener nada que ver, pero no es verdad, sólo si vas con los ojos cerrados sacas esa impresión, pero si atiendes a los datos de su historia te das cuenta que tiene mucho pasado, muchos acontecimientos importantes para la historia de Europa y, sobre todo, mucho futuro, aunque hay mucho que hacer en esta ciudad.

Me ha impresionado el edificio de la radio-televisión eslovaca en forma de pirámide invertida por su forma tan atrevida.

Se dice del castillo de Bratislava -que en realidad no es un castillo sino una fortaleza- que desempeñó bastante bien su función de proteger la ciudad hasta que llegaron los italianos. Los turcos no pudieron derribarlo, pero sí los arquitectos italianos que llegaron a la ciudad para ayudar en las tareas de remodelación del castillo (llamemosle ironía o bromas del destino). Los hechos fueron los siguientes: Los italianos decidieron tomarse un descanso y organizar una pequeña fiesta dentro de la fortaleza. Esa fiesta acabó convirtiéndose en un festival de comida, alcohol y finalmente fuego. El incendio provocó daños graves en la estructura principal del castillo y buena parte de él se derribo, pero como los italianos además de gente alegre son gente educada, no solo recogieron las sobras de la fiesta, sino que se comprometieron a reconstruir el castillo.

Desde lo alto del castillo se ve el Puente Nuevo, que en 2012 recuperó su nombre original Puente SNP tiene un mirador conocido como UFO por parecer un platillo volante, no obstante, lo más curioso es que mucha gente cree que al ser redondo, gira, algo que al parecer sería imposible porque se apoya sobre dos pilares asimétricos. Por pocos euros puedes subir al mirador en un original ascensor que se eleva por la columna este y ver desde su restaurante toda la ciudad.

En las calles tan descuidadas llenas de adoquines que sobresalen y que debes sujetarte la dentadura si circulas por ellas, hay muchas pequeñas coronas doradas insertadas en las piedras del suelo. Y es que entre 1563 y 1830, 19 reyes y reinas del Imperio Austro-Húngaro fueron investidos en la Catedral de San Martín. Entre ellos, la Emperatriz María Teresa de Austria, bajo cuyo reinado Bratislava se convirtió en la mayor y más importante ciudad de las actuales Eslovaquia y Hungría.

Estas pequeñas coronas señalan la ruta de la coronación que recorrieron 19 reyes y reinas. El recorrido que seguía la procesión comunican la Catedral, la iglesia de los Franciscanos y las plazas Hlavnénámestie (Plaza Mayor), Námestie SNP y Námestie udovíta ¦túra. Como dato turístico y curioso todos los años, en septiembre, se celebra en Bratislava una ceremonia de coronación, en la que se representa la investidura de uno de los reyes húngaros. Seguro que vale la pena asistir a este multitudinario evento.

Pero lo que más nos ha gustado son unas figuras de bronce que están donde menos te lo esperas. Quizá la más graciosa sea la de un sujeto que sale de una alcantarilla y que en varias ocasiones se lo han llevado por delante. El Ayuntamiento, para darle mayor seguridad ha erigido una señal de tráfico que dice Hombre trabajando. Parece que desde entonces goza de mejores condiciones laborales.

Del mismo modo el mismísimo Napoleón aparece como queriendo escuchar las conversaciones de los ciudadanos. E igualmente existe otra figura en homenaje al galante Ignác Lamar (1897), famoso por vagar por la ciudad con su elegante frac y sombrero de copa. Ante las damas se quitaba el sombrero y les regalaba flores o les cantaba una canción.

Naturalmente Bratislava tiene muchas más cosas para ver, pero como esta crónica no es una guía turística, sólo os podemos decir que os recomendamos una visita pues queda muy cerca de las otras tres grandes capitales que ya hemos visitado.

Ayer Roberto nos hizo una cena con pasta y hoy le habíamos prometido hacer una tortilla española. Y así ha sido. Las fotos lo prueban. La parafernalia ha sido notable. Hemos colapsado la cocina común, los cacharros comunes, la mesa común, las sillas comunes El personal se ha puesto muy contento sabiendo que mañana nos vamos. No pasamos desapercibidos y eso nos gusta.

Saludetes

Jose y Tomas

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