Las pequeñas Guerras Cántabras

Senadores y jefes de tribus, pitonisas y sacerdotisas, diosas y caudillos de las Guerras Cántabras se dieron cita este domingo en Los Corrales de Buelna, en una versión reducida en edad, pero con la misma calidad que todas las representaciones que se viven desde el pasado viernes en la Fiesta de Interés Turístico Nacional que recrea la conquista de Cantabria a manos del Imperio romano. El primer domingo festivo dejó en manos de los jóvenes integrantes de la Asociación Guerras Cántabras (503 según el último censo) todo el protagonismo en una jornada que terminó ya entrada la noche con la marcha del César hacia Tarraco, dejando en manos de Cayo Antistio Vetus el mando de sus legiones, y el regreso de los esclavos cántabros a su tierra para iniciar una nueva revuelta.

Más de 200 chicos y chicas, perfectamente equipados, desfilaron al son de tambores y gaitas por las calles de Los Corrales de Buelna, llenas de visitantes embelesados con los jóvenes, para subir después a escena y demostrar que son tan grandes actores como sus mayores. César Augusto, Corocotta, Agripa o Virón, Selenia y Drusila o las diosas Cantabria y Minerva encandilaron a cuantas personas llenaron las gradas del Circo Máximo para disfrutar de un particular Senado Romano o Consejo de Tribus Cántabras en el gran Circo Máximo.

Especial mención tuvieron también los nuevos componentes de la Asociación Guerras Cántabras, porque se aprovechó ese Circo Máximo para la entrega de las medallas a esos nuevos socios. Más de medio centenar de jóvenes, muchos nacidos este mismo año, que se incorporan en 2015 a la fiesta, garantizando un futuro prometedor.

La tarde ofreció juegos diseñados para los mayores en el Circo Máximo. Una especie de Olimpiada cántabro romana en la que algún visitante tuvo que reforzar los equipos de ambos bandos para disfrute de los espectadores.

Y por la noche, se puso punto final a la primera gran guerra, preparando el inicio de la segunda, que se representará el próximo fin de semana. César Augusto arengó a sus tropas para alcanzar la victoria definitiva ante su inminente partida de las tierras cántabras.

Palabras que fueron acompañadas, entre sueños, por la Proclama de la Diosa Minerva y por la entrega de la Corona Triumphalis al valor de uno de sus legionarios. Antes de su marcha a Tarraco, Augusto, enfermo, cedió el mando de sus legiones a su legado, Cayo Antistio Vetus, que le prometió una victoria contundente en tierras cántabras.

En unos minutos el escenario cambió para dar protagonismo a los cántabros, con la Entrega del Fuego del Hogar o la Boda Cántabra. Y tras el ritual de celebración, la rebelión de los esclavos cántabros y el regreso a sus tierras para iniciar una nueva guerra.

La décimo quinta edición de la fiesta Guerras Cántabras de Los Corrales de Buelna entra así en su recta final con una semana en la que historiadores y arqueólogos pronunciarán conferencias sobre esa etapa histórica en la Carpa de Protocolo del campamento festivo, desde hoy lunes. Destaca, entre esas conferencias, lo que será la presentación oficial de los datos extraídos del descubrimiento de una pieza con inscripciones cántabras. Los arqueólogos Jesús Torres y Antxoka Martínez hablarán de La Tessera de monte Bernorio, un documento excepcional sobre la lengua de los cántabros. Igualmente habrá disertaciones sobre los ritos festivos y sobre los nuevos campamentos romanos en Cantabria.

También habrá cada día talleres para los más jóvenes, participantes o invitados, que se centrarán en actividades propias de la época que recrea la fiesta: desde cerámica a arqueología o entrenamiento militar.