Dos individuos revientan el cierre de una joyería de Los Corrales y arramplan con todo el escaparate

El dueño de la joyería, Salvador Victorino, que además es presidente de la Agrupación de Joyeros de Cantabria y de la Asociación de Comerciantes de Los Corrales, cree que son dos ladrones "de chichinabo", porque no sabían que todo el género que había en el escaparate es chapado en oro, una medida adoptada precisamente por precaución.

El valor de lo que robaron podría ascender a 3.000 euros, muy inferior al destrozo que causaron para llevarse lo que creían que eran joyas de oro. Y son, además, de una marca específica que no será fácil que puedan colocar sin ser descubiertos. La alerta de este robo ya fue enviada al gremio de joyeros, para que estén atentos por si alguien acude a preguntar por el valor de estas piezas en concreto.

Quieren cámaras en las calles

Este robo ocurrió entre las cinco y las cinco y cuarto de la madrugada de este martes. A los dos ladrones les dio tiempo únicamente a destrozar el cierre y llevarse el contenido del escaparate, todo en apenas diez minutos. Hubo testigos que vieron a dos individuos huir en un coche rojo, único dato que pudieron retener sobre el vehículo. Precisamente por este motivo, hace un tiempo que comerciantes y hosteleros de Los Corrales están recogiendo firmas para que el Ayuntamiento pida a la Delegación del Gobierno que se instalen cámaras de videovigilancia en las calles del pueblo, un sistema que permitiría grabar las matrículas de los coches que entran o salen de Los Corrales. Según Salvador Victorino, los corraliegos están "muy sensibilizados" con la creciente inseguridad que vienen sufriendo y espera que esta campaña recabe el mayor número de firmas para que se lleve a cabo.

"Los comerciantes estamos con la espada de damocles encima, la gente se siente cada vez más indefensa, la inseguridad va a más", dice el presidente del sector, que también lamenta la escasez de efectivos policiales y la falta de relevo generacional en la Policía Local, "en dos años pasarán a segunda actividad y aquí ya no patrulla nadie". En cuanto a la Guardia Civil, señala que el cuartel de Los Corrales "dejará de estar operativo para presentar denuncias, porque los agentes estarán dedicados solo a patrullar", dos cuestiones que piensa que no ayudan a poner freno a estos robos y que cree que la Delegación del Gobierno en Cantabria debe resolver.

Este periódico se hizo eco este otoño de una oleada de robos en Los Corrales, sobre todo en bares. La hostelería, ahora, "está más tranquila", pero no así el sector comercial, que parece que ha tomado el testigo de esta problemática. Distinguen dos tipos de delincuentes, los que van al "dinero fácil", como los que revientan las tragaperras de los bares o los que asaltaron a la cajera de supermercado que iban al banco con la recaudación, y luego los más profesionales que roban en viviendas y que podrían pertenecer a bandas organizadas.

Sobre los que le robaron en la joyería esta noche, Salvador Victorino piensa que no es un tipo de robo habitual por las especiales medidas de seguridad de las que disponen este tipo de establecimientos, que obliga a emplear métodos agresivos para romper los cierres "o si no, a presentarse de día con una pistola", en horas en las que el género más valioso sí que está expuesto, porque por la noche lo único que se consigue 'fácil' son las imitaciones que los joyeros dejan a la vista.