El suceso se produjo alrededor de las doce y media cuando el atracador, un varón de origen sudamericano, moreno, de 1.80 metros de estatura y con barba de dos o tres días, entró en la entidad bancaria y amenazando con un cuchillo a una de las empleadas logró hacerse con el botín, cantidad no revelada por el banco. En cuanto recibieron la llamada de alerta, minutos después, varias dotaciones de la Policía Local y Nacional se desplazaron hasta el lugar y los alrededores en busca del sospechoso, poniendo en marcha un dispositivo que durante toda la jornada continuó abierto tanto en la ciudad como en los municipios limítrofes con el objetivo de localizar al asaltante.
Fuentes de la Policía Nacional explican que además de los testimonios de los empleados de la sucursal bancaria resulta clave para la investigación y localización del sospechoso el visionado de las imágenes que han captado las cámaras del banco. En cuanto al suceso, confirmaron que el atracador es un hombre alto y moreno, que se sirvió de un cuchillo para amenazar al personal aunque desde el Cuerpo Nacional de la Policía insisten en que «habrá que revisar las imágenes, fotograma a fotograma, para obtener más pistas».
Tampoco ha quedado claro, según la Policía, la forma en la que el asaltante abandonó la entidad bancaria ya que algunos de los testigos declararon que huyó a pie mientras otros indicaron que se subió a un vehículo situado a unos metros de la oficina ubicada a la altura del número 18 de José María Pereda. José Manuel, un vecino de la zona que acababa de retirar dinero del cajero de esta oficina de Caja Rural relata que ha sucedido todo «muy rápido». «Yo ya estaba en la calle y me he dado cuenta por la gran cantidad de policías que ha llegado en un momento», explica. El hombre, que además de sacar dinero, estaba haciendo unos recados es el primero que puso sobre la pista a la Policía y que confirmó que estaba armado con un cuchillo.
Este atraco a la oficina de Caja Rural ha ocurrido dos semanas después de un intento de robo con intimidación en un supermercado de Torrelavega, también en la calle José María Pereda, pero a la entrada de la ciudad, donde el ladrón no contaba con que la cajera amenazada con un machete le acabara plantando cara.
Desde el Ayuntamiento torrelaveguense, el concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Pérez Noriega, considera que se trata de «hechos aislados», a pesar de que se produzcan en apenas dos semanas, y recuerda que los últimos datos de la Junta de Seguridad confirman a Torrelavega como una «ciudad segura» en la que ha descendido el número de delitos. No obstante, el Consistorio insiste en que se ha hecho un esfuerzo notable por dotar de mayor presencia policial en las calles, tanto en el centro como en los barrios
El último de los atracos cometidos en entidades bancarias de Cantabria ocurrió a finales de septiembre en Puente Viesgo, cuando dos individuos se apoderaron de 4.000 euros en la sucursal del Banco Santander. Resultaron ser miembros de un conocido y sanguinario clan de Zaragoza, con multitud de antecedentes por robos violentos y también delitos de sangre, y acabaron detenidos un mes después de aquel asalto. Sonado fue también el intento de secuestro ocurrido a finales de agosto en Liencres a un empleado de banca que se dirigía a su trabajo, en Los Corrales. Uno de los dos presuntos asaltantes era un afamado atracador de bancos de Avilés, apodado ‘el solitario asturiano’.
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