La reforma integral de la Plaza de Abastos concluirá en noviembre

Las obras de reforma integral de la centenaria Plaza de Abastos de Torrelavega, han llegado a su ecuador y finalizarán en noviembre. El proyecto tiene como objetivo modernizar el tradicional mercado y dar entrada en el mismo al sector de la hostelería. Los trabajos, en los que se invierten 214.000 euros, fueron visitados esta semana por el alcalde, José Manuel Cruz Viadero, acompañado del primer teniente de alcalde, Javier López Estrada, y el concejal de Ferias y Mercados, Jesús Sánchez.

Cruz Viadero ha señalado que en el equipo de gobierno municipal, PSOE-PRC, están satisfechos con el trabajo que se está realizando para convertir este edificio «emblemático» en un «centro de atracción para la ciudad». Esta actuación, ha subrayado, ha sido «consensuada» con los comerciantes de la Plaza y era necesaria para «dinamizar su actividad y atraer nuevos clientes». El regidor también ha tenido palabras de agradecimiento hacia los comerciantes, los clientes por su «colaboración y comprensión» y hacia la empresa adjudicataria por «su esfuerzo para causar las menores molestias posibles».

Por su parte, Javier López Estrada ha explicado que ya se ha pasado la fase más complicada de la obra, que es la de «los trabajos de saneamiento». Y ha avanzado que desde los servicios técnicos municipales ya se está trabajando en la redacción del pliego de condiciones para la licitación de los cinco nuevos puestos que se instalarán en la Plaza. En este sentido, ha apuntado que «la parte mala» de este proyecto es que «no culmina con la finalización de la obra, dado que hay que sacar a licitación dichos puestos y proceder al equipamiento».

El primer teniente de alcalde ha insistido en algunas de las mejoras que supondrá esta inversión para este mercado y sus comerciantes, como «el fin de los problemas de olores, de extracción de humos y la posibilidad de que los horarios se adecuen a los usos». Todo ello, ha insistido, con el objetivo de «revitalizar» este espacio municipal.

El proyecto contempla el cambio del suelo, la red de saneamiento y la canalización eléctrica, así como la mejora de la movilidad y la creación de cinco nuevos puestos que se sumarán a los once existentes. Cuatro de ellos se van a dedicar a la restauración y la hostelería, y un quinto será una frutería modular, que se podrá desplazar en los momentos puntuales que sea necesario. Además, se habilitarán aseos públicos y un amplio espacio libre para todo tipo de eventos.