En primera fila, los dos acusados que están en libertad (en primer término) y el que sigue en prisión provisional (entre dos policías).Sane
Los testigos señalan al joven que sigue en prisión como único responsable de la paliza al tendero chino
Torrelavega ·
Según la versión policial, el detenido asumió la culpa por la muerte en los calabozos y exculpó a sus dos amigos, aunque después se ha retractado con una versión muy distinta
Dos de los testigos que presenciaron la paliza al tendero chino asesinado en Torrelavega en noviembre de 2015 han exculpado a dos de los acusados. En la segunda jornada del juicio celebrada hoy han asegurado que el único que golpeó al fallecido fue el joven que continúa en prisión provisional. Y según los policías, este joven ya se autoinculpó en los calabozos tras su detención y exculpó a sus dos compañeros, aunque ahora da una versión muy distinta de los hechos, asegurando que fueron los tres los que golpearon al tendero.
Este martes han declarado varios policías y dos testigos presenciales. Un tercer testigo no ha comparecido y el tribunal ha ordenado que se hagan las gestiones necesarias para que esté presente mañana. Aunque inicialmente el joven que está en prisión asumió la culpa, este lunes, al declarar en el juicio, aseguró que fueron los otros dos procesados los que se «enzarzaron» con el comerciante y su esposa, con patadas y golpes, cuando ya estaban en el suelo.
Los policías han insistido en que después de su detención, y cuando todos los jóvenes estaban en los calabozos, el que continúa ahora en prisión se autoinculpó de forma espontánea y sin que nadie le preguntara nada. Uno de los agentes le ha vuelto a identificar en la sala.
Otro de los policías nacionales, cuando le han preguntado por este mismo tema, ha destacado que éste acusado dijo que sus compañeros no tenían nada que ver y que el que agredió y golpeó al comerciante fue él. Este mismo agente ha añadido que en los calabozos este chico afirmó que cuando saliera «iba a matar a palos» al comerciante chino, que murió unos días después de la paliza en el Hospital de Valdecilla.
Los policías también han contado que cuando llegaron al establecimiento encontraron al comerciante en el suelo «muy magullado», con la «cara desfigurada». Los testigos -continúa el relato policial- les contaron que tres jóvenes habían entrado al local y habían dado una paliza al comerciante. Posteriormente, uno de los policías encontró a los responsables a unos 150 metros del lugar de los hechos. Este mismo agente, que fue el que los llevó a la comisaría, ha contado que les oyó reírse y que uno de ellos le dijo a otro: «¡Vaya rodillazo le diste cuando estaba en el suelo!».
Los testigos señalan al mismo acusado
Los testigos presenciales, dos jóvenes sudamericanos, han manifestado que estuvieron hablando ese día con dos de los acusados fuera del establecimiento porque les conocían del instituto. En su declaración han responsabilizado al joven que sigue en prisión de la agresión y los golpes, al que no conocían de antes. Además, han afirmado que los otros dos procesados estuvieron fuera del bazar y no golpearon en ningún momento ni al tendero ni a su esposa.
Según su relato, al local solo entró el joven que está en prisión provisional porque iba a vender unos productos y, en un momento dado, se empezó a pegar con el propietario «con puñetazos, patadas y de todo».
Uno de estos testigos entró para separarlos y, a continuación, fue a ayudar el otro chico acusado, mientras que la chica estuvo siempre fuera, han afirmado. Sin embargo, ayer la propia acusada reconoció que había entrado en el establecimiento pero solo «para intentar separar» a su amigo que estaba golpeando al tendero.
Los testigos han indicado que el joven que está en prisión provisional dio un puñetazo a la esposa del tendero chino cuando entró al establecimiento. Además, en contra del testimonio de la viuda del comerciante, que ayer dijo que ella vio todo lo sucedido desde un altillo del establecimiento, han asegurado que esta mujer no estaba dentro del local y que llegó de la calle.
Estos jóvenes no declararon inicialmente ante la policía, ya que comparecieron posteriormente en comisaría de forma voluntaria. Uno de ellos ha explicado que un familiar rumano del tendero le dijo que acudiera y el otro ha comentado que, aunque al principio no quería «saber nada», después se dio cuenta de que era mejor testificar lo que había visto ese día.
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