Un 'planeta' fuera de órbita

Eran los encargados de poner el cierre a un sábado lleno de conciertos; los responsables de echar el telón al festival 'Eurodemo' que se desarrolló en el Palacio de Deportes; los cabezas de un cartel heterogéneo que congregó a lo largo del día a un público de distintas edades, clases y gustos que se fue alternando en el protagonismo; en definitiva, los más esperados, los que más asistentes arrastraron -en torno a 3.000 personas- y los que se llevaron el mayor trozo del pastel presupuestario. Pero no estuvieron a la altura, no. Los Planetas demostraron que cualquier tiempo pasado fue mejor; o por lo menos que su presente del sábado no se corresponde con el demostrado en las miles de batallas ganadas en escenarios y festivales nacionales e internacionales. Antes del concierto, 'Jota', su líder, afirmaba a este periódico que para grupos como ellos es complicado salir del gran circuito de Madrid, Barcelona, Valencia.. porque no hay salas de las dimensiones adecuadas. Pues en lo que era su esperado regreso a Santander, que les vio por última vez en 2005 en la primera edición del 'Summer Festival', el grupo granadino 'derrapó', sin duda, para desencanto de la mayoría de los presentes, algunos de los cuales demostraron su malestar con pitos.

Está claro que Los Planetas siguen conservando la clase que les llevó a ser referente del panorama indie nacional, que les hizo ser respetados e imitados gracias sobre todo a directos para el recuerdo y discos cuidadosamente editados y coleccionados casi como fetiches; pero en la cita del sábado les faltó esa fuerza, empuje y conexión también propias de su trayectoria. Con sólo calidad no se vive y no es bueno abusar del pasado para asegurarse la supervivencia.

Los Planetas dejaron la sensación de que abordaron a medio gas este concierto incluido en la programación de Santander 2016, como un ensayo para otras citas mayores: pasaron muy por encima por su nuevo y recientísimo disco, 'Una ópera egipcia', con el que se apunta un nuevo camino en su trayectoria, y se dedicaron, como todo el mundo esperaba, a repasar sus temas más conocidos y venerados, pero aquí también hubo significativos olvidos. Sobre el escenario del Palacio de Deportes y con un sonido técnicamente mejorable, dejaron una pequeña muestra de su catálogo pop indie con pellizcos flamencos interpretando temas como 'La chica más guapa', 'Devuélveme la pasta', 'David y Claudia', 'Un buen día', 'Santos que yo te pinté' o 'Segundo premio', entre otros.

Pero cuando el concierto apenas superaba la hora de duración y estaba alcanzando su máximo clímax, cuando los aficionados se dejaban llevar por la nostalgia y recordaban tiempos pasados en compañía de esas canciones, cuando navegaban sin límite entre recuerdos, Los Planetas anunciaron el adiós con 'Alegrías del incendio'. Todo el mundo, expectante, esperaba más. y lo hubo; pero poco más. Dos bises preparados y otros dos forzados por la petición masiva del público. «Ya nos vamos, no tenemos más preparado» fueron las últimas palabras de 'Jota' en nombre de todos tras interpretar 'Canción del fin del mundo'. No hacía falta que lo tuvieran: su experiencia es suficiente para alargar un escaso concierto, para regalar alguna canción más de su inagotable repertorio, para dejarse llevar por la improvisación, para, en definitiva, no dejar en deuda y con la miel en los labios a los miles de aficionados que estaban celebrando su regreso a Cantabria y que hoy están recordando, entre la nostalgia y la decepción, aquel gran concierto de Los Planetas de aquel año y en aquel sitio, pero no desde luego el de este pasado sábado en Santander.