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ALMUDENA RUIZ
Miércoles, 7 de abril 2010, 02:40
2005 fue un año redondo para Herbert Schuch: obtuvo el primer premio en el Concurso Casagrande de Terni (Italia), en el London International Piano Competition y en el Concurso Internacional de Piano Ludwin van Beethoven, de Viena y recibió también la Medalla de Plata y segundo premio del XV Concurso Internacional de Piano de Santander, Paloma OShea. Schuch cree que los concursos no son realmente necesarios, aunque reconoce que en su caso «me ayudaron mucho». Vinculado a un proyecto que trata de acercar la música a las escuelas, es partidario de que los niños «estén en contacto permanente con músicos profesionales». El pianista de origen rumano, aunque residente desde hace años en la ciudad alemana de Munich, se reencontró ayer con el público santanderino en un recital organizado por la Asociación de Amigos del Festival.
- Comenzó sus estudios de piano a los seis años y poco después pasó a combinar el piano con el violín. Finalmente se decidió por el piano. ¿A qué se debe esa elección?
- Porque me faltaba el tiempo. Trabajaba los dos instrumentos de forma intensa y tenía que dejar uno. Decidí dejar el violín. La realidad es que el violín no me hacía tanta gracia, disfrutaba más con el piano.
-Usted comenzó a estudiar música a los seis años. ¿Cuál cree que es la edad más apropiada para iniciar ese aprendizaje?
- Yo empecé a los seis años, que no es demasiado joven porque otros empiezan primero, con 3 o 4 años. Creo que no es bueno empezar muy pronto porque si me hubiesen entrenado demasiado, hubiera sido demasiado mecánico. Yo no empezaría a estudiar un instrumento antes de los 6 años, aunque todo depende del niño.
- Forma parte de la organización Rapshody in School (Rapsodia en la Escuela), un programa dedicado a trasmitir la música en las escuelas que fundó el pianista alemán Lars Vogt. ¿Qué trabajo realiza dentro de la organización?
- Cuando voy a una ciudad y tengo tiempo, que lamentablemente cada vez tengo menos, por las mañanas me voy a una escuela, me presentó y digo quien soy para poder trabajar un poco con los niños. A nivel privado también voy a la escuela en la que fuí alumno y trabajo muchas veces con los niños. Es un trabajo muy bonito, me encanta.
-¿Cómo cree que debe ser la educación musical desde la escuela?
- Es muy complicado hablar de ello. Para mí la música es una parte muy normal de mi vida. La educación no puede ser en todos los casos igual, los niños y el entorno en el que viven son diferentes. Pero sería de gran importancia si los niños en las escuelas tuviesen contacto permanente con músicos profesionales. Eso sería muy útil para ellos, para su apreciación de la música.
- En el plazo de un año, Herbert Schuch recibió el primer premio en tres de los concursos de piano más prestigiosos del mundo (Casagrande de Terni (Italia); el London International Piano Competition y el Concurso Internacional de Piano Ludwig van Beethoven de Viena). ¿Se puede decir que hay un antes y un después en su carrera?
- Sí, sí. He tenido sobre todo más posibilidades de presentarme ante el público. Creo que los concursos no son lo más decisivo pero permiten que entres en esa red de contactos, que se continúe trabajando, continuar consiguiendo conciertos, que puedan grabarse discos ... Para mí, los concursos son una estación intermedia.
- Pero, ¿los considera necesarios para la carrera de un músico?
- No son realmente necesarios, pero en mi caso me ayudaron mucho, me abrieron puertas.
- Su primera grabación discográfica, con obras de Schumann y Ravel, editada en 2005, h a sido seleccionada por la revista de música inglesa 'Gramophone' entre las nueve más destacadas de los últimos años. ¿Qué papel concede a las grabaciones?
- Hago mis grabaciones para mi propio placer, es decir, tengo un proyecto que me encanta realizar y durante ese trabajo soy consciente de lo que realmente es importante para mí. Además, me gusta el ambiente del estudio de grabación. Pero para hacerse rico está claro que no se necesita hacer grabaciones.
- En ocasiones los aficionados a la música y los críticos rechazan la calidad de algunas grabaciones.
- A la gente le gusta escuchar la grabación de un concierto que han escuchado en directo y que les ha gustado mucho.
- ¿Hay algún director y alguna orquesta por el que sienta predilección y le gustaría poder trabajar?
- Hay muchos directores y muchas orquestas que son superinteresantes y que a mí, como a muchos otros pianistas, nos gustaría trabajar con ellos.
- Y en cuanto a compositores, ¿hay alguno por el que sienta especial predilección?
- No, todos. Sólo puedo decir qué compositores no me interesan tanto. No toco demasiado la música rusa. No es porque no me interese, sino porque hay otros colegas que la tocan y que lo hacen mucho mejor que yo.
- Ha sido elegido 'artista residente' en Salzburgo. ¿Qué puede suponer este hecho en su carrera?
- He sido seleccionado para acudir a Salzburgo así que se abre para mí una posibilidad de poder tocar cuatro conciertos de piano con cuatro diferentes orquestas y entre ellas algunas obras que no son muy conocidas. Por ejemplo, un concierto para piano de Victor Ullmann. Ahora en mayo también tocaré un concierto para piano y orquesta.
- ¿Ha tocado ya en Salzburgo?, ¿Cómo es el público de una ciudad que desde hace siglos lleva su nombre unido a destacados acontecimientos musicales ?
- En el verano hay muchos españoles (bromea y evita pronunciarse sobre el público austriaco).
-Adrian Brendel, alejado de los escenarios desde hace unos años, elige a unos pocos alumnos para convertirse en su 'maestro'. Usted es uno de esos 'elegidos'. ¿Cómo es su relación con el maestro Brendel?
-Es un maestro muy exacto, muy preciso y muy severo. Me ha demostrado realmente las cosas que son verdaderamente importantes, aquellas cosas que debería tratar en los próximos cincuenta años. Me ha abierto todo el abanico artístico.
- Vuelve a Santander por primera vez después de que en 2005 fuese premiado en el Concurso Internacional de Piano. ¿Cómo han sido estos últimos años?
- Estos últimos cinco años han sido muy felices para mí tanto a nivel personal como en mi carrera artística y eso en estos días no es algo muy normal. Es muy difícil.
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