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MARÍA ÁNGELES SAMPERIO
Martes, 20 de abril 2010, 09:53
Caja Cantabria se integrará este mismo año, al menos, con otras siete entidades más. A las cinco desveladas el pasado sábado -Cajastur, Caja Granada, Caja Murcia, Caja Extremadura y Sa Nostra- se unen dos más, que están pero que no quieren confirmar, de momento, su participación, si bien una de ellas podría ser Caixa Penedés y otra Caja Badajoz. Lo que sí
parece claro es que el grupo resultante podría ocupar el segundo lugar en el sector de cajas de ahorro (detrás de La Caixa) y el cuarto en el mercado bancario español tras Santander, BBVA y La Caixa).
Caixa Penedés parece confirmada en el grupo, según destaca Rafa López en 'Ideal' de Granada, mientras que Caja Badajoz afirma que «no tiene conversaciones serias», pero no descarta las mismas, según recoge Luis Expósito en 'Hoy' de Badajoz.
«Hay tres cuestiones básicas sobre las que hay que tomar decisiones para iniciar el camino de integración: el modelo de organización y sus competencias, la valoración de las cajas y la posibilidad de acudir al FROB», recordó ayer Enrique Ambrosio Orizaola, presidente de Caja Cantabria, a este periódico. Una vez que se despejen estas incógnitas el camino se recorrerá más rápido.
«Hemos estado frenados un tiempo porque nosotros anunciamos hace un año nuestra intención, pero las demás han estado muy paradas», valoró el director de la Caja, Javier Eraso. De hecho, dos de las entidades (Caja Granada y Caja Extremadura) se sumaron a las negociaciones en las últimas semanas.
Para Ambrosio y Eraso, la idea de formar un SIP (Sistema Institucional de Protección, más conocido como 'fusión fría') es la mejor salida para hacer frente a un mercado que se va a complicar. «El 'core capital' es un indicador que mide la solvencia de una entidad y se logra dividiendo las reservas por los activos ponderados por riesgo. En la actualidad la media del sector está en el 4% y Caja Cantabria tiene un 6,25%, pero con la normativa que se perfila habrá que llegar a un 8%», explicó el presidente de la entidad, que añadió que las dos salidas son reducir los créditos (lo que afectaría a la plantilla y a las oficinas) o bien aumentar los beneficios renunciando a las reservas.
La ratio de 'core capital' se refiere a la relación (en porcentaje) que existe entre el cápital básico -compuesto por el capital y las reservas- del que se puede disponer inmediatamente, frente al valor de las deudas a las que hace frente la entidad por sus operaciones. «Las entidades de nuestro tamaño no tienen más camino que unirse para poder salir al mercado en conjunto porque por sí mismas no van a poder alcanzar los fondos propios requeridos», indicó el director.
Estos cambios que se avecinan movieron a Caja Cantabria a valorar las dos opciones posibles: la fusión o la SIP y se optó por la segunda posibilidad, ya que la primera suponía perder la identidad de la entidad y su naturaleza jurídica y posición en la región. «Hemos sido activos en las conversaciones y al final hemos logrado un grupo de ocho entidades que, entre todas, superan los 170.000 millones de euros», apuntaron los directivos de Caja Cantabria, que no desvelaron el nombre de dos de las entidades «porque nos han insistido en ello».
«La idea es que el grupo que se cree en torno a un banco común sea el segundo en el sector de cajas de ahorro, detrás de La Caixa. y el cuarto del sector bancario español, después de Banco Santander, BBVA y La Caixa», comentaron, si bien admitieron que depende cómo se valoren las entidades podrían ser los segundos o los terceros en el sector de cajas, ya que en volumen de negocio y beneficios superarían a Caja Madrid, pero ésta les aventaja en cuanto al balance se refiere.
Las conversaciones se encaminan en la actualidad a definir el modelo corporativo y los órganos de gobierno, así como la valoración de las entidades que van a formar parte del SIP. «Habrá que ser generosos y flexibles», insistió Ambrosio quien apuesta claramente por ir a un «modelo fuerte», un grupo sólido que tenga presencia en el mercado nacional. También tendrán que decidir si acuden al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). Desde Caja Cantabria se muestran partidarios de no cerrar esta posibilidad, si bien hay un primer plazo que, en principio, se va a cerrar en junio, aunque no se descarta su ampliación.
Un banco
Ambrosio y Eraso defienden que la entidad que gestione el grupo que se forma tenga que ser un banco, entre otras cosas porque la ley actual de cajas no permite otra posibilidad. «Si creamos una 'caja de cajas' con sede en Madrid dependería de esa comunidad», recordó el presidente de Caja Cantabria. Sin embargo, si los cambios normativos futuros lo permiten «nadie descarta volver a la fórmula de cajas». Eraso y Ambrosio insisten en que no se está en vías de ninguna privatización e incluso la utilización del camino del banco permite mayor limitación a las acciones con derecho a voto.
Aunque se están barajando algunos nombres, aún es pronto para aventurar uno. Lo que sí parece evidente es que la marca conjunta se utilizará en aquellos sitios en los que las entidades socias no tengan actividad (por ejemplo, Madrid) y en las respectivas autonomías o provincias con liderazgo serán las cajas de siempre las que sigan con su identidad. «Siempre que hemos abordado el tema de los acuerdos en el seno de la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorro) ha existido unanimidad en que las cajas quieren seguir siéndolo y la fórmula del banco se utiliza porque es la única vía que permite la normativa actual», recordó Ambrosio.
«Las cajas representamos la mitad del mercado bancario español y estamos dispuestas a seguir estando presentes. Por ello las fusiones y los acuerdos que están marcha y que nos permitirán ser competitivas», dijo Eraso.
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