El juez envía a prisión al ex dictador panameño Noriega

Con una celeridad pocas veces exhibida por la Justicia internacional en el tratamiento de los delitos cometidos por un dictador, el ex gobernante panameño Manuel Noriega fue extraditado ayer por Estados Unidos a Francia para ser juzgado por una trama de blanqueo de dinero. Comienza así un nuevo proceso para este hombre clave en la política de Centroamérica en la década de 1980, derrocado por sus propios aliados norteamericanos en una invasión de Panamá ordenada por George Bush padre en 1989, trasladado y juzgado luego en EE UU, donde acaba de cumplir una condena de diecisiete años por narcotráfico.

Las autoridades francesas acusan a Noriega de lavar tres millones de dólares provenientes del narcotráfico mediante la adquisición de apartamentos de lujo en París. El ex dictador ya había sido declarado culpable en ausencia, pero Francia aceptó concederle un nuevo proceso si era extraditado. Por estos delitos se enfrenta a penas de diez años de prisión.

Noriega, de 76 años, compareció ante el juez muy disminuido físicamente y con un discurso titubeante en el que reprochó que su procesamiento «viola» sus derechos personales. Luego insistió en que su estatuto es el de un «prisionero de guerra producto de la invasión de Panamá por Estados Unidos». Tras escuchar al representante de la Fiscalía y a defensores, el magistrado ordenó el ingreso en prisión de Noriega hasta que sea juzgado.

El abogado galo del ex militar, Yves Leberquier, sustenta la petición de la libertad para su cliente porque los delitos que se le imputan han prescrito y porque el ex dictador goza de la inmunidad que le confiere su condición de ex jefe de Estado. El magistrado Jean-Michel Maton insistió en que «los hechos no presentan ningún vínculo ni siquiera débil con sus atribuciones de mandatario».

El procedimiento en su contra en Francia se abrió en noviembre de 1989, a raíz de una investigación sobre fondos sospechosos que habían llegado al país vecino a varias cuentas a nombre de la mujer de Noriega. El Tribunal de París lo condenó en 1999 a diez años de cárcel por blanquear dinero procedente de operaciones de narcotráfico.