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FERNANDO J. PÉREZ ENVIADO ESPECIAL. KATMANDÚ
Miércoles, 12 de mayo 2010, 02:08
La meteorología parece que no quiere dejar de jugar con los alpinistas en el Shisha Pangma. Cada parte del tiempo diario esconde alguna sorpresa y el último ha llevado a la expedición de Edurne Pasaban a cambiar nuevamente de planes. Definitivamente, al menos a día de hoy, la mejor jornada para hollar la cima es el próximo lunes, 17 de mayo, por los que los alpinistas partirán hacia la cumbre el viernes.
Según el último parte que les ha remitido Vitor Baia, su meteorólogo, «el día 16 da viento bastante flojo, en torno a 30 km/h en la cumbre, pero es la madrugada del lunes, justo cuando saldríamos para cumbre, cuando el viento cae prácticamente a cero y aguanta así todo el día», explicaba ayer a EL DIARIO Alex Txikon desde el campo base. «Así que hemos decidido retrasar nuestra salida un día para tenerlo todo más seguro», añadía.
Así las cosas, el objetivo es ir paso a paso para evitar sorpresas. El viernes subirán hasta el campo 1 (6.300 metros), el sábado lo harán hasta el C-2 (6.900 metros), el domingo montarán un último vivac en principio sobre los 7.400 metros, aunque su ubicación dependerá de la ruta que finalmente elijan, y la madrugada del lunes partirán hacia la cima principal del último 'ochomil' de la alpinista tolosarra.
Los caprichos de la meteorología incluso vuelven a dejar en el aire la opción de ruta por la que se decantarán en el tramo final de la escalada, el que se desvía de la cima secundaria (8.008 metros) para ir hasta la principal (8.027 metros). Ayer mismo cayó por la tarde una copiosa nevada en el campo base, mientras el viento sigue pegando fuerte en altura, así que «hasta el último momento no creo que podamos decidir por dónde iremos. Aunque manejamos la travesía bajo la arista, la ruta original, como principal opción, hasta que no estemos allí arriba y veamos sobre el terreno cómo están las cosas es mejor no aventurarse», aseguraba Txikon.
«Ilusión y ganas»
Mientras tanto, tantos días de campo base han permitido a Edurne Pasaban reflexionar sobre todo lo sucedido estas últimas semanas, especialmente respecto a la polémica con la coreana Oh Eun-Sun y su discutida ascensión al Kangchenjunga el año pasado y las críticas que ha recibido por acusarla de no haberlo subido. Con la «ilusión y las ganas» de hollar su último 'ochomil' intactas y reiterando, como ya dijo en este periódico hace unos días, que «no soy una mentirosa», Edurne no tiene problemas en reconocer que «Miss Oh es la primera mujer en el mundo que ha subido los 14 ochomiles». «Mientras no se demuestre lo contrario, así será», aclara.
Pasaban lamenta que toda esta controversia «no ha servido más que para crear una tormenta mediática que no tiene nada que ver con la montaña», aunque aclara que «no es algo que yo haya planeado ni querido». Lamenta las críticas recibidas y se reconoce «cansada y dolida» por todo ello. «Todo el mundo en esta vida opinamos y criticamos; yo también. Es tan fácil.», y pide a esos críticos que cuando lo hagan sea «sobre una base sólida». En ese caso, Edurne Pasaban está dispuesta a «aceptarlas y aprender de ellas», convencida de que «me harán mejor persona».
Y a modo de conclusión lanza toda una declaración de principios: «a todo el mundo, amigos, familia, periodistas, gente que me apoya, gente que me odia, que me quiere, gente que me sigue cada día: voy a intentar subir al Shisha Pagma, disfrutar de ello y haceros disfrutar a vosotros. Y voy a bajar para seguir disfrutando con vosotros, con mis amigos, mi familia, y con todos los que me quieren. Porque la vida es una y la quiero vivir en paz».
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