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PILAR CHATO
Domingo, 16 de mayo 2010, 12:05
«Yo no cedo». Fueron las últimas palabras de Miguel Ángel Revilla ante el millar de personas concentradas en Monzón de Campos para reivindicar un tren de alta velocidad a Madrid por Palencia.
Un discurso tajante y plagado de advertencias y amenazas, continuamente interrumpido por los aplausos,y al que Revilla le puso la guinda a su término en declaraciones a este periódico: Si la opción con la que responde Fomento es un AVE por Bilbao habrá «sublevación total». «No vamos a consentir ir a Madrid por Bilbao, de ninguna manera», insistió un Revilla que dijo estar «en pie de guerra» y recordó que el pacto de Gobierno con el PSOE era con el AVE a Madrid. Su ultimátum a Fomento, al PSOE y al pacto de Gobierno se mantiene. Tienen un mes para «rectificar urgente» y garantizar el AVE, si no lo hacen «ya pueden intuir lo que va a ocurrir».
Mientras repartía raciones de comida entre los cántabros que le acompañaron en el acto reivindicativo de Monzón de Campos, Revilla conoció las declaraciones de Fomento en las que se insinúa que su respuesta para un AVE Santander-Madrid pueda ser por Bilbao, por ser una trazado mas barato. No le gustó nada, esa opción no le vale, «que no nos cuenten películas, ¿se creen que somos tontos?».
Pero ya antes de eso Revilla había mostrado su imagen más firme, más combativa, más personalista. No hubo alusiones al PRC. Ésta es una de las cuatro batallas que se ha propuesto en su vida política y no va a dar ni un paso atras», porque «nadie podrá decir que cometí la ignominia de callarme por mantenerme en el puesto».
«Raza para armarla»
Lo dijo alto y claro en su discurso: «Este AVE se hace, que no lo dude nadie, porque si no me van a oír, más que a oír. Me cogen un poco viejo, peor todavía tengo raza para armarla».
Aseguró que esto mismo se lo había trasladado al ministro José Blanco cuando se enteró de que se suspendía el acto de la primera piedra y peligraba el futuro del AVE. «No sabe con quién se juega los cuartos -le dijo a Blanco- . El Revilla gracioso de las anchoas se puede convertir en un tipo muy duro».
Y aun más: «Quien no tenga en cuenta lo que digo aquí que se atenga a las consecuencias, porque en mi vida he tomado decisiones muy duras, mucho más duras que la que puedo tomar en unos días. El cargo me importa un comino».
El presidente cántabro acudió a Monzón de Campos, donde ayer mismo se tendría que haber colocado la primera traviesa del tren de alta velocidad hacia Santander, «cargado de razones», porque el AVE es una reivindicación «justa», porque todas las comunidades vecinas tiene ya uno en marcha.
Y en esa reflexión, Revilla se preguntó si es «un castigo» la suspensión de las obras y dejar a la comunidad a la cola de las inversiones. Un castigo «por ser un territorio leal a España, por no meternos en líos, ni montar conflictos de Estatuto, por ser pacíficos».
Para el PSOE
En sus palabras, sin citarla, también hubo un mensaje directo para su socia de Gobierno y líder de los socialistas cántabros, Dolores Gorostiaga, quien el viernes indicó que un tren no justifica un pacto, ni justifica su ruptura.
Revilla le dijo que el pacto de esta legislatura era el AVE y que el AVE a Madrid «no es un tren , es el tren, la vida, el progreso de nuestros hijos, el futuro de los pueblos y el desarrollo y progreso».
A preguntas de los periodistas, una vez acabada su intervención, Revilla comentó la ausencia de los socialistas en el acto. Un lacónico «ellos sabrán, parece que sí apoyan, veremos hasta que punto», fue su respuesta, para echar de menos, seguidamente, al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.
Sí estaban, en cambio, apoyando, el presidente de la Cámara de Comercio y el de la CEOE de Palencia, y el alcalde de Monzón de Campos, del Partido Popular.
Ayer el presidente cántabro volvió a repasar la historia. Volvió a recordar que la «oligarquía vasca» acabó con el proyecto del ferrocarril Santander-Mediterráneo en los años 50, y volvió a explicar la disyuntiva en la que Fomento puso hace unos meses a Cantabria a la que obligó a priorizar entre el AVE a Madrid o el de Bilbao. Recordó el «ridículo» de Fomento al suspender la licitación de las obras para convocarla de nuevo dos días despues, y recordó que las carpas para la inauguración de ayer se llegaron a instalar y que Fomento lo anuló a 48 horas del acto. En todo ello temió ver «manos negras».
La crísis
No dio la cifra -los tramos entre Palencia y Villaprovedo que se han suspendido tienen un presupuesto total de 163 millones-, pero sí se preguntó «quién se cree que el despilfarro de España sea culpa de esa obra». A renglón seguido lamentó el «acojono general» que hay por la crisis para asegurar que en estas épocas es cuando «no nos podemos meter debajo de la mesa, hay que seguir funcionando porque no se acaba el mundo». Revilla, que ve en la obra pública la salida a la recesión, se ofreció a dar la receta para sacar dinero para el AVE y otras diez obras más e insistió en que la crisis la tienen que pagar los que más tienen, las rentas más altas y las Sicav (sociedad de inversión) que están exentas de impuestos.
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