

Secciones
Servicios
Destacamos
S. ECHEVARRÍA
Viernes, 28 de mayo 2010, 02:23
A Óscar Freire (Rabobank) le sonrió la fortuna ayer en la localidad belga de Knokke Heist, donde finalizó la segunda etapa de la Vuelta a Bélgica. A Freire se le rompió un tubular a unos 60 kilómetros por hora, lo que le impidió disputar el sprint final un kilómetro después.
A falta de mil metros para la llegada, y cuando el pelotón circulaba ya a un velocidad de vértigo (unos 60 kilómetros por hora) al ciclista cántabro se le rompió el tubular de la bici y se le reventó la rueda. Por suerte, Freire controló la bicicleta y se pudo tirar casi en marcha. No llegó a tocar el suelo. «La verdad es que he tenido muchísima suerte. Yo ya veía que me daba una torta de impresión, pero no sé ni como lo he hecho, pero he controlado la bici y me he bajado como he podido. Luego tuve que esperar al coche para cambiar la bici y ya entré como pude a meta», explicaba Freire ayer después de llegar al hotel y algo más tranquilo después del susto.
El ciclista del Rabobank lamentó la oportunidad perdida por no poder disputar el sprint, que ganó el holandés Kenny Van Hummel, del Skil, pero también se mostró muy satisfecho no haberse librado de una caída casi segura.
El también sprinter cántabro Vidal Celis, que en el momento del incidente estaba a rueda de Freire, tuvo que frenar y se quedó también retrasado y sin poder disputar el sprint.
Óscar Freire regresó a la competición el pasado miércoles en esta Vuelta a Bélgica, después de haberse recuperado ya de la sinusitis que le impidió disputar el Giro.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Las raíces cántabras de Tagle, uno de los favoritos
Rafa Torre Poo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.