La festividad de La Rosa congregó a más de un millar y medio de peregrinos

Como es tradicional, numeroso público, alrededor de unos mil quinientos feligreses, llegaron al Monasterio de Montesclaros, ubicado en el municipio campurriano de Valdeprado del Río, para celebrar ayer la fiesta de La Rosa. Desde primeras horas de la mañana, animados por las buenas temperaturas, los campurrianos cargados con sus mochilas, se desplazaban por caminos y carreteras, andando, a caballo o en vehículos motorizados para asistir a las celebraciones de las cinco misas programadas, caracterizadas por la bendición de las rosas.

Es la fiesta más típica de Valdeprado del Río, aunque muy conocida en el valle de Campoo. Desde antaño ya atraía a muchísimos peregrinos de toda Cantabria, no sólo por la bendición de las rosas, sino también por su procesión, en la que se recorre con la imagen de la Virgen el entorno del Santuario.

La misa solemne de las 12, oficiada por el superior de los dominicos, Francisco García, fue cantada por el coro ronda 'La Esperanza' de Requejo. A los actos asistió el alcalde del municipio, Jaime Soto Marina. Durante la mañana se vendieron más de tres mil doscientas rosas.