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ISABEL URRUTIA
Viernes, 4 de junio 2010, 02:03
Daniel Estulin es un fenómeno en toda regla: se condensa, se difumina o se derrite según le dé el aire. Con él, rompieron el molde. Ha pasado de publicar libros como 'Sabiduría china para hablar en público' a elegir como caballo de batalla al Club Bilderberg, un grupo de poder que se reúne habitualmente en hoteles de lujo o balnearios para tratar de sus asuntos. Desde 2005 vive obsesionado con las fuerzas ocultas que mueven los hilos del panorama internacional. Ya no le hace falta presentarse como «asesor en comunicación» de Berlusconi ni vender un modelo de hombre mediático «que sepa conciliar la faceta de telepredicador americano con el talento de un Rolling Stone». A estas alturas, no se conforma con enseñar a los políticos cómo llamar la atención. Él solito se siente capaz de acapararla. «No sé quién está más de moda, si el Club Bilderberg o yo», confiesa sin el menor deje de modestia. ¿Para qué? Trabajo le ha costado...
Tiene en las librerías cinco monografías sobre el 'lobby' de marras, todos ellos documentados «con información que me han facilitado varios países, y no me refiero sólo a las agencias de espionaje sino a los propios gobiernos». Así se las gasta este canadiense de origen lituano cuya verdadera vocación era «tocar la guitarra con los gitanos de Andalucía». Como aquel sueño no se hizo realidad, se buscó la vida por otros derroteros -dice que ha trabajado para Telefónica e Iberdrola-, pero al final echó mano de «algo que me había contado en Toronto un amigo de mi abuelo, ex coronel de la KGB».
Ahora, con 44 años, no duda en prestar credibilidad a las teorías conspirativas sobre «una sociedad secreta que controla el mundo sin escrúpulos». Todavía le hierve la sangre al recordar que no hicieron nada por impedir la guerra de Irak. «¡Lo sabían! ¡Sabían que eso iba a pasar! Y, por supuesto, todo lo demás que nos vaya a ocurrir...». Se considera la única persona capaz de recabar información sobre los tejemanejes del Club Bilderberg, «por eso me están esperando en un hotel de Barcelona 47 periodistas de todo el mundo».
-Ya.
La capacidad para ilusionarse de Daniel Estulin es inconmensurable. Eso explica su hiperactividad y el aplomo con el que avanza en las investigaciones. Se considera un paladín «en la lucha contra el orden mundial» y le sobran razones para andar «algo preocupado». Según la documentación 'privilegiada' que maneja, la CIA no hace planes más allá de 2015... Mal asunto. En los «juegos de guerra» que prepara la Agencia Central de Inteligencia de EE UU no hay horizonte más allá de la vuelta de la esquina. Repetimos: 2015.
«No hay más que pensarlo un poco. El desplome financiero no tiene arreglo. Esto se va a pique», asegura con una seguridad aplastante. Pese a todo, él continúa viajando de aquí para allá, preparando nuevos libros y disfrutando de la compañía de su mujer, una sevillana de Triana, «que es un lujo». No aprendió a tocar la guitarra flamenca pero aprovechó la oportunidad. Un fenómeno.
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