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ESTÍBALIZ REINOSO-JIMÉNEZ
Domingo, 4 de julio 2010, 02:11
Faldas escocesas, banderas con los colores del arcoíris, purpurina, pestañas postizas, disfraces, trajes sadomasoquistas, tangas, lentejuelas, plumas, pelucas y tacones de plataformas fueron los ingredientes principales del festival del Orgullo Gay que se apoderó durante horas de las arterias principales de la capital.
La Manifestación Estatal que este año se recogía bajo el 'leit motiv' 'Por la igualdad Trans' dio comienzo a las seis de la tarde en la Puerta de Alcalá y se prolongó hasta altas horas de la madrugada por los lugares más céntricos. Así tuvo comienzo la marcha con una pancarta que recogía el lema y que estuvo encabezada por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, el Coordinador General de Izquierda Unida, Cayo Lara, el miembro de la ejecutiva del PSOE y concejal del Ayuntamiento de Madrid Pedro Zerolo y la directora del instituto de la Mujer, Laura Seara, entre otros. Inadvertido, pero no cohibido, se situaba junto a ellos Suku Alexander, un transexual israelí que reivindicaba sus derechos. Por este motivo, la primera carroza estuvo compuesta de familias gays, lesbianas, transexuales y bisexuales junto con sus hijos e hijas.
Hasta un millón de personas -según la organización- eran las que sofocaban el calor abrasante (33 grados) que caía sobre el asfalto madrileño, con bebidas, abanicos de los colores del arcoíris, pistolas de agua y bailes. Mucho sonido disco-pop y ritmos a tono de samba que hacían menear las caderas a todos los transeúntes y con mayor pasión a las 'drag Queens' que calzaban inalcanzables plataformas.
El festejo, cuyo principal objetivo era el de la diversión, daba también paso a las reivindicaciones por un colectivo que se abre paso a la sociedad. Así lo afirmaba un participante de la Carroza 'Supermartxé': «Venimos a pasárnoslo bien, a disfrutar de la fiesta y a apoyar a este colectivo que siempre se ha visto desplazado». Un apoyo reforzado también por la comunidad heterosexual. Así, una pareja de novios (ambos amantes de la belleza, con cuerpos esculturales) que participaba por primera vez en el evento y que lograron subirse a una carroza, deseaba que no acabara el día y comenzara el próximo año para poder repetir. Similar caso era el de una mujer vestida a lo Madonna de blanco impoluto y altísimas plataformas que se acercó para apoyar a sus amigos 'gays'.
Y este mismo apoyo es el que recogían otras pancartas y carrozas a las que sumaban sus propias reivindicaciones, eslóganes por la lucha contra el sida ('VIHsibilidad=vida') y otros en contra del recurso de inconstitucionalidad acogido por el PP en contra de la reforma de ley que permite la unión entre personas del mismo sexo. El desfile coincide con el quinto aniversario de la aprobación de esta norma; desde entonces, alrededor de 20.000 parejas homosexuales se han unido en matrimonio. «Nos hemos desplazado hasta la capital por una lucha, porque hoy es el día de los transexuales, que también tienen sus derechos, y el mundo debe respetarlos», gritaba enérgico un participante de la Carroza del Patronato de Turismo de Fuerteventura.
Rivalidad de espectáculos
Todo era válido para disfrutar del ambiente, respaldado bajo un espíritu tolerante. Así es el caso de miles de aficionados que vestían camisetas, gorros y pañuelos de la Selección Española. Mientras miles de personas de los cinco continentes se desplazaban a la capital para disfrutar en persona del 'happening' constituido por gays, lesbianas, bisexuales y transexuales del mundo y gritaban «¡Es el año para 'trans-formar'!», todos tenían parte de su mente (y muchos de su corazón) en el partido entre España y Paraguay.
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