Lorena Guerrero era de Santander y profesora de instituto

Una de las cuatro voluntarias españolas fallecidas en el accidente de Cuzco, Lorena Guerrero Sevillano, de 27 años, era natural de Santander, aunque sus vínculos con la capital cántabra eran muy débiles. Según fuentes cercanas a la fallecida, Lorena nació en Santander casi de casualidad, ya que su madre y su padre, militar de profesión, se encontraban en Cantabria por trabajo. Poco después de nacer Lorena, se trasladaron a Granada, donde se crió la joven que falleció junto a otras tres cooperantes de una ONG.

Lorena era funcionaria con plaza desde 2006, y antes de trabajar en el Instituto de Educación Secundaria Aguadulce de Roquetas de Mar (Almería), donde actualmente impartía clases de matemáticas, había pasado por el centro Carlos III.

«Nos ha chocado muchísimo, es algo que nunca te esperas», confesó José Luis Berenguel, jefe del departamento de informática del centro en el que trabajaba. «Era una chica joven, con muchas ganas de ayudar, superactiva, buenísima compañera, trabajadora, de lo mejor que ha pasado por el instituto. Además, era una brillante estudiante».