El fuelle que pierde Castro lo gana Alfoz de Lloredo

La estadística de la construcción emite luces especialmente rojas en algunos municipios. Castro Urdiales es el caso más paradigmático de la crisis del ladrillo. Es el tercer municipio de Cantabria en habitantes, con un censo de 31.670 personas, y uno de los que más crecimiento urbanístico ha experimentado en los últimos años debido a la proximidad con Bilbao, ciudad de la que le separan apenas 30 kilómetros. Esta circunstancia llevó a Castro Urdiales a convertirse en 'ciudad dormitorio' de la capital vizcaína y a desarrollar una actividad constructiva frenética. Tal es así que en el año 2002 se llegaron a visar proyectos para construir 1.007 viviendas en este municipio, 817 en 2005 y 607 en 2007. A partir de este ejercicio la edificación cayó hasta situarse en tan solo 38 viviendas en 2009. Pero es que en lo que va de año únicamente se han visado contratos de obra para cuatro viviendas.

En el otro extremo se sitúa Alfoz de Lloredo, municipio situado en la comarca de la costa occidental, a 35 kilómetros de Santander. Con 2.502 habitantes, según el censo del INE de 2008, en este segundo trimestre ha visado contratos para construir 62 viviendas nuevas, frente a tan solo una visada en el mismo periodo del año anterior. Alfoz de Lloredo recupera así la actividad constructiva iniciada en años anteriores (62 viviendas en el segundo trimestre de 2008 y 24 en 2007) y se convierte en el segundo municipio de Cantabria en este ranking.

Santander, capital de Cantabria, con 182.700 vecinos censados, recupera músculo y se coloca a la cabeza de la estadística, con 247 pisos visados entre abril y junio, frente a los 119 del primer trimestre, y los 60 del mismo periodo del año anterior. Pero es que el primer trimestre de este ejercicio, se visaron proyectos para construir 119 viviendas. El nuevo Plan General, que está a punto de aprobarse, contempla la construcción de 9.000 nuevas viviendas de protección oficial.