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Rosa muestra la banqueta que les tiró delante del almacén por el que entraron los ladrones . :: A. C.
«Si no les tiramos con todos los objetos desvalijan el estanco»
Sucesos - colindres

«Si no les tiramos con todos los objetos desvalijan el estanco»

Los vecinos que viven en la zona del comercio amedrentaron a los tres ladrones con insultos y lanzándoles banquetas y macetas hasta ponerles «nerviosos»

ANA COBO

Viernes, 6 de agosto 2010, 14:54

Los tres ladrones que la madrugada del pasado miércoles al jueves atracaron en el Estanco de la calle Heliodoro Fernández, en Colindres, van a pensárselo dos veces antes de volver a delinquir en esta zona. Los cacos planearon minuciosamente el robo pero no contaron con la reacción de lo vecinos que no se quedaron impasibles ante lo que estaba viendo sus ojos.

Aún con el susto en el cuerpo, Rosa que vive en el quinto piso del bloque situado encima del establecimiento, cuenta que estaba esperando a que su marido volviera del trabajo, cuando a las 2.30 horas escuchó un estruendo. «Al principio pensé que había sido un accidente de tráfico, pero al segundo golpe me asomé por el mirador y vi que tres personas estaban robando».

Y desde ese momento esta vecina no sólo fue testigo directo de todo lo que transcurrió en los apenas diez minutos que duró el suceso, sino que les plantó cara lanzándoles diversos objetos desde sus casas. «Era tal la impotencia que me entró al verlos y saber que no podía hacer nada que cogí lo primero que tenía a mano y se lo tiré», cuenta.

Primero un cenicero lleno de colillas, luego un desodorante, después una cuchara y así uno detrás de otro. «También les lanzamos un cubo de hojalata repleto de juguetes de mi hijo y una banqueta que le rozó a uno de los cacos. Y no les tiramos el sofá porque no cabe por la ventana», añade su marido.

No fueron los únicos ya que el ruido que provocaron los delincuentes despertó a la mayoría de inquilinos de las calles colindantes que tampoco se quedaron de brazos cruzados. «Los vecinos de enfrente les tiraron con una maceta que dio en el cristal del Chrysler que tenían aparcado», explican. Y los que no tenían nada a mano, les profirieron insultos desde sus balcones que desataron los nervios de los cacos al ver que no podían perpetrar el robo con la 'tranquilidad' que les hubiera gustado.

A Pedro, que vive en la primera planta, le gritaron que se callará porque le iban a sacar 'la pipa', pero cual fue su sorpresa cuando lo único que le lanzaron los cacos fue un bote de chicles. «Cuando dijeron lo de 'la pipa' me asusté y retiré a mi hijo de la ventana pero no llevaban nada». El miedo no se apoderó, sin embargo de Rosa, quizás porque su piso es superior, pero reconoce que «en esos momentos no pensé en nada y lo único que quería era evitar el robo».

Más de 22.000 euros

Pero a pesar de sus esfuerzos no lo consiguieron. Pues a falta de valorar los daños causados en el local, los responsables del estanco calculan que se llevaron cerca de 18.000 euros en caja de tabaco y 4.000 euros en metálico de las vueltas. Y es que el almacén por el que entraron está totalmente destrozados.

Los ladrones actuaron con dos vehículos, un Citroën Xsara Piccaso y un Chrysler, que habían robado en unos garajes próximos al municipio. Con el lateral de la parte trasera de uno ellos, cuenta Rosa, echaron al suelo las barandillas de la acera y se lanzaron contra el portón metálico que cayó al suelo. «El otro coche lo utilizaron para cargar la mercancía».

Tanto los vecinos como los propietarios del estanco son conscientes de que si no hubiera habido esa reacción por parte de todos los testigos ahora estarían lamentando unas perdidas mayores. «Se pusieron muy nerviosos porque sabían habíamos llamado a la policía». Y no sólo su reacción los vecinos consideran que «desde luego, no eran atracadores profesionales porque les vimos muchos fallos». Más bien les definen como «chapuceros».

Justo cuando se disponían a marcharse el ladrón que estaba esperando en el Chrysler le gritó a su compañero «¡Javi vamos o te quedas aquí como la otra vez!» y además, se dejaron las llaves puestas en el Piccaso que abandonaron en el lugar de los hechos.

Críticas a la Guardia Civil

Y por si fuera poco lo que habían visto, los vecinos critican que la Guardia Civil y la Policía Judicial que actuó dejó mucho que desear hasta el punto de calificarlo como un «cachondeo». «Tardaron 20 minutos en llegar desde Laredo y, claro, ya se habían ido. Se les veía perdidos llamando a sus superiores, no tomaron huellas y cuando iban a hacer fotografías resulta que la cámara no tenía batería».

«A nosotros que fuimos testigos no nos tomaron ninguna declaración ni nos preguntaron nada». Eso sí, Rosa explica que los tres ladrones eran de nacionalidad española y jóvenes.

Los vecinos tienen claro que el suceso vivido se debe a la ausencia de servicio nocturno de la Policía Local. «Acaban a las once y media y no hay nadie que proteja las calles, entonces roban».

Una razón que también utilizan en el estanco que, aseguran, que ya «nos han intentado robar en otras tres ocasiones pero no lo consiguieron. Nos sentimos desprotegidos porque no hay policía por las noches y si pasa algo hay que esperar a que vengan desde Laredo».

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