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GUILLERMO BALBONA
Domingo, 8 de agosto 2010, 02:06
La experiencia de lo cotidiano, los fotógrafos que celebran la vida, sus momentos de fiesta y sociabilidad y el reto del duro trabajo diario. Este es el eje icónico, la mirada dominante que vertebra la exposición fotográfica de una colección particular, la del actor Gabino Diego, que se exhibirá este verano en el Centro de Documentación de la Imagen del Ayuntamiento de Santander.
La exposición 'La lluvia cansa la tierra', comisariada por el propio Gabino Diego y la historiadora del arte Mónica Álvarez Careaga, se convierte en el primer apoyo al coleccionismo privado que se lleva a cabo desde la institución santanderina. Desde el próximo viernes y hasta el 30 de septiembre unas 60 obras reflejarán la función social del coleccionista y acercan su colección a la sociedad durante más de un mes. El pasado año, el popular actor ya mostró otra selección de los fondos de su colección particular, bajo el epígrafe 'Las mujeres y los niños primero', organizada por Bancaja, en la Fundación Rodríguez Acosta de Granada.
Las obras de los grandes fotógrafos internacionales Édouard Boubat, Elliottt Erwitt, Hellen Lewitt, Martín Chambi, Lewis Hine. dialogan con los fantásticos españoles Francesc Catalá Roca, Gabriel Cualladó, Martí Villardefrancos, Leopoldo Pomés, Rafael Sanz Lobato, Ramón Masats, Joan Colom, Ricard Terré, Fernando Gordillo, Leonardo Cantero o Gerardo Vielva. «Es un homenaje a su mirada maravillosa sobre una época dura de España, pero que ellos conseguían llenar de poesía, dignidad y belleza».
En realidad, con esta nueva cita el CDIS atiende y refleja uno de los fenómenos culturales más notorios y relevantes de la última década, el creciente coleccionismo privado y, en especial, el de la fotografía. Lo que permitirá la sala Angel de la Hoz del CDIS es acceder a un itinerario de imágenes del siglo XX y XXI con la firma de algunos de los fotógrafos más relevantes a nivel nacional e internacional. Sobre la colección fotográfica de Gabino Diego, la coordinadora del CDIS, Manuela Alonso, asegura que «uno piensa en el actor creando una pequeña familia, este universo fotográfico buscado y seleccionado entre otros muchos».Cada fotografía lleva consigo una pequeña historia objetiva y subjetiva que parcial o totalmente Gabino Diego conoce. La colección posee calidad técnica en su conjunto, y está formada mayoritariamente por copias a la gelatina. El interés del actor y coleccionista, subraya Alonso, «abarca la historia de la fotografía y lugares y razas diferentes: desde el peruano Martín Chambi al africano Seydou Keita. Fotógrafos americanos, africanos, chinos, europeos». La naturaleza humana se convierte «en el nexo, y la forma en que desde los fotógrafos históricos a los más actuales, tanto nacionales como internacionales, la muestran».
Las colecciones reflejan, en gran medida, obsesiones, quizás la de Gabino Diego, apunta la responsable del CDIS, «sea la vida cotidiana. Con acento trágico, con ternura, con humor. es una exposición sobre la vida».
Gabino Diego ha confesado al mostrar públicamente sus obras que la primera fotografía que compró fue Holly, «un retrato precioso de la hija de Robert Freeman, mi amigo y fotógrafo de los Beatles.. Ahí comenzó mi pasión-obsesión, algo que nunca pensé que llegara un día a ser una colección». A la hora de forjar sus fondos dice haber mezclado fotos de niños y mujeres españoles, finlandeses, mexicanos, americanos, guatemaltecos o belgas, dialogando todos en un mismo idioma. A los maravillosos fotógrafos españoles de los 50 y 60 con los de los 30 y 2005.
«Vida comunicada»
En el texto destinado al catálogo de esta nueva cita del CDIS, el actor de 'La Hora de los Valientes' y 'El Rey Pasmado' señala que los personajes que encarnó en ambas películas tenían en común su pasión por el arte. «No sé si el haberlos interpretado me ha hecho amante de la fotografía y luego coleccionista».
Lo cierto es que asegura haber podido compartir con otros coleccionistas esta pasión y ellos me han hecho ver que no estaba loco. Como decía Cristina García Rodero -que este mes impartirá un taller en la UIMP-, «coleccionar es pasión, aprendizaje, conocimiento, sensibilidad, aventura.». La crítica de arte y comisaria Mónica Alvarez Careaga, en su reflexión sobre la muestra, destaca que la colección de Diego selecciona aquellas imágenes que «voluntariamente expresan una voluntad de exhibición de la cotidianidad, aquellas que -más allá de los retratos posados- reflejan el interés del modelo por aparecer, por ser interpretado a través de la cámara fotográfica.
Podríamos hablar de vida comunicada, puesta a disposición. Fotografía documental consentida, fotografía cándida». La fotografía que inaugura cronológicamente la muestra es una obra de Lewis Hine, sociólogo y fotógrafo de 1910 en donde se muestra a tres niños empleados como mensajeros del servicio de telégrafos de Knoxville (Estados Unidos).
Una parte importante, no obstante, está compuesta por el trabajo de los fotógrafos españoles de mediados del siglo XX. «La resistencia y la superación de los retos diarios, la sociabilidad como estrategia vital, la continuidad familiar, la cooperación. son algunos de los valores que impregnan sus fotos».
Alvarez Careaga escribe con pasión un elogio de la fotografía que refleja a su vez el valor de una muestra como la del CDIS: «En la era de la televisión e Internet, la fotografía se desvincula del acontecimiento inmediato y entra en escena cuando todo ha pasado. Conserva para nosotros la fracción de un segundo en el que se ha organizado formalmente una porción del sentido que buscamos, de la emoción que necesitamos».
El CDIS custodia imágenes de diferentes lugares tanto de España como de Europa, México o Cuba. Entre sus tareas se encuentra la limpieza, preservación, digitalización y descripción de los fondos y colecciones fotográficas. En paralelo a esta actividad, comenzó hace ya siete años una línea de difusión, impulsada por el concejal Samuel Ruiz, que abarca desde cursos especializados de fotografía a publicaciones y exposiciones.
Hasta el momento, la programación se ha basado en producciones propias y exposiciones itinerantes como las dedicadas a Inge Morath, Antoni Campañá, Ramón y Cajal fotógrafo, y autores contemporáneos, caso del proyecto 'Herejías' del mexicano Pedro Meyer o la dedicada este verano al fotoperiodista Gervasio Sánchez.
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