El Barrio Covadonga no olvida a su cura y quiere rendirle un homenaje

El Barrio Covadonga no olvida a Juan José González Maestro, el fraile dominico que falleció repentinamente el pasado mes de mayo, tras tres décadas al frente del movimiento vecinal. Ha dejado una huella tan profunda que los residentes quieren rendirle un homenaje permanente, con el fin de que su ejemplo perdure.

A 'Juan el cura', como era conocido por los vecinos, le falló el corazón a los 68 años, en plenas fiestas del barrio. El funeral se convirtió en una gran manifestación de duelo. Después, en una asamblea, se acordó tributarle un reconocimiento público. Por un lado, se levantará en su memoria un busto de bronce, frente a la iglesia, que será sufragado por los vecinos, euro a euro. Para ello permanecen abiertas dos cuentas en las oficinas de Banco Santander y Caja Cantabria. La respuesta no puede ser mejor: la recaudación es ya de 5.000 euros.

De forma paralela, se solicitará al Ayuntamiento que González Maestro, natural de Barruelo de Santullán (Palencia), sea nombrado Hijo Adoptivo de Torrelavega a título póstumo. Juan Carlos Cabria, directivo de la Asociación de Vecinos Besaya, está preparando la documentación necesaria y se espera el apoyo a la iniciativa de todas las fuerzas políticas.

Permanencia de los Dominicos

Mientras tanto, los vecinos seguirán movilizándose para que los otros dos frailes que permanecen en la parroquia, Fernando y Juan Antonio, sigan con ellos. La falta de nuevas vocaciones, que impide el relevo generacional, llevó el año pasado a la orden religiosa de los Dominicos a tomar la decisión de abandonar su labor pastoral en Torrelavega. Antonio Gómez, también directivo de la AA VV, está convencido de que los últimos acontecimientos (la movilización de los vecinos y la muerte de Juan) podrían hacer que los Dominicos se replanteasen dicha decisión.

Gómez recuerda la gran labor realizada por los frailes en el barrio desde que llegaron, hace varias décadas, y hace especial hincapié en la profunda huella dejada por Juan: «Lo mismo le veías segando en La Viesca que al frente de una manifestación o celebrando misa. Siempre estuvo cerca de los más necesitados y ayudó a sacar el barrio del más absoluto de los abandonos».

El religioso está recibiendo otros homenajes, como el que le tributaron en su pueblo en julio, pero el de este barrio es el más emotivo.