

Secciones
Servicios
Destacamos
CRISTIAN REINO
Jueves, 30 de septiembre 2010, 02:14
Hasta la hora de comer, la huelga general en Cataluña transcurrió de una forma más o menos apacible, con un escrupuloso cumplimiento de los servicios mínimos y sin incidentes destacables, salvo la acción violenta de un grupo de piquetes informativos que descargó su ira contra los autobuses de Barcelona. Pero hacia las 14.00 horas, la jornada de paro, que hasta ese momento había tenido un perfil bajo y de tono reivindicativo, se enconó y convirtió las calles de Barcelona en un campo de batalla. La policía registró 24 detenciones, todas ellas por desorden público, daños o agresiones a agentes.
Los disturbios más graves se produjeron en el centro de la capital catalana. Todo comenzó en los alrededores de la plaza Universidad, cuando un grupo de piquetes informativos, integrado por miembros de la anarquista CGT y por activistas okupas y antisistema, quemó un coche de la Guardia Urbana. Estos alborotadores formaban parte de unos 700 manifestantes que recorrían la ciudad a modo de marcha alternativa para tratar de convencer a los comerciantes para que cerraran sus tiendas.
Mobiliario urbano
Sin embargo no se limitaron a instar a la ciudadanía a secundar la huelga, sino que además la tomaron también con el mobiliario urbano, como semáforos, macetas, papeleras, farolas y cabinas, lo que provocó la intervención de los Mossos d'Esquadra. Los jóvenes levantaron barricadas en varias calles y los enfrentamientos con la Policía y las carreras se prolongaron hasta las 15.30 horas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.