«A veces daría una patada a la bici, pero es ahora cuando se ve el carácter de campeón»

Anda estos días Alberto Contador de gira mediática. Su voz en la radio, sus palabras en los periódicos, sus gestos en la televisión. Está ronco de negar haberse dopado. Se le nota superado, desesperado casi ante lo que considera una injusticia. «A veces le daría una patada a la bici. Luego me calmo y pienso que es en estos momentos cuando se demuestra el carácter de un campeón», se dice.

Hay algo de parque de atracciones en el ciclismo. Arriba, abajo. La montaña rusa. La ruleta rusa del dopaje. Es un deporte subido desde hace tiempo en la noria del dopaje. Cada poco se desprende una barquilla y con ella cae el prestigio de un campeón. El sábado, Alberto Contador se subió a 'La Noria', el programa de Tele 5 dedicado a debates, polémicas, voces a todo decibelio y líos de faldas. El ganador del Tour, cuestionado ahora por un resto de clembuterol en su orina, fue a defender su honor. Coincidió allí con Miguel Ángel Revilla. El presidente de Cantabria inventó un nuevo test-antidopaje: agarró al ciclista del brazo. «Alberto, mírame a los ojos». Hecho. Y le lanzó: «¿Tú te has dopado?». Contador, que sudaba como en el Tourmalet, contestó: «No». Un segundo más de mirada. Para comprobar. «Gracias. Yo te creo Alberto, y España también». Ovación en 'La Noria'.

Regalo anti-estrés

Jordi González, presentador del programa, pidió un aplauso «para el campeón». Y le hizo un «regalo anti-estrés»: un coche teledirigido. Contador agradecía el apoyo popular, tanto como teme la reacción de la prensa extranjera. Nunca hubiera imaginado verse sentado en 'La Noria'. Pero quiere difundir su versión. «En dos días te quitan el prestigio ganado durante años», protestó. Llevaba un mes largo callado, desde que el 24 de agosto Mario Zorzoli, responsable de la lucha antidopaje de la UCI, le comunicó que había dado positivo por clembuterol en el Tour. Lo rumió solo durante semanas, hasta que la noticia se filtró a una televisión alemana. «Lo peor fue la noche anterior a comunicárselo a mis padres. Tengo dentro ese dolor grandísimo», contó.

Desde que el pasado jueves se supo todo, Contador no ha callado. «Quiero decirlo alto y claro. Mi guión es la verdad». Le duele mirar hacia atrás, hacia la primera conversación con Zorzoli: «Durante 48 horas estuve como fuera del mundo; no entendía nada. Me dije que lo dejaba todo, que dejaba el ciclismo». La UCI y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) le garantizaron la confidencialidad del caso hasta que se aclarase si la sustancia dopante procedía de un solomillo contaminado. Pero el silencio se rompió el pasado miércoles por la noche. El rumor nació desde Alemania. «Frente a la potencia de los medios de comunicación, mi crédito se esfuma. Frente a la gente, no. Sé que no he hecho nada». Así que a 'La Noria'.