«Si Revilla estuviera en la oposición, ya se habría encadenado al aspa de un molino»

«Si Miguel Ángel Revilla estuviera en la oposición, estaría encadenado a un aspa de esos molinos o llevando paellas a los afectados por la Ley de Montes. Y estaría en las manifestaciones, con los de AMA, con los mismos a los que ahora el PRC llama 'pancarteros'. Y tantas otras cosas, la Ley de Costas, el PSIR...»

Así explica Gonzalo Piñeiro la forma de actuar del presidente del Gobierno de Cantabria. Para él, Revilla no es sólo un contrincante político porque el ex alcalde de Santander le conoció muy de cerca: «Engañó al Partido Popular y el engaño comenzó cuando todavía estaba coaligado al PP. Pero lo preocupante es que se está engañando, además, a sí mismo».

Piñeiro tiene clara la lectura sobre lo que ha sido el discurrir de la política regional en las últimas legislaturas. «Hace ocho años, PSOE y PRC acordaron unirse para echar al Partido Popular del Gobierno regional, convencidos, además, de que podrían llegar a hacer la misma operación en el Ayuntamiento de Santander. Fue un movimiento promovido también por ciertos sectores de la sociedad cántabra. Lo consiguieron, pero sólo en parte. Yo sufrí en esos cuatro años una marginación increíble, aunque no tanta como la de ahora. En cualquier caso, el objetivo sigue siendo el mismo: repartirse la cuota de poder».

Piñeiro asegura que Revilla le mintió no una, ni dos, sino muchas veces. «Cuando fui alcalde tuvimos muchos enfrentamientos, pero como ejemplo de cómo funcionaban las cosas basta recordar un día que vino al Ayuntamiento. El encuentro trajo consigo una enorme expectación porque todos sabían que las relaciones eran difíciles. Después de la reunión hicimos unas declaraciones a los medios, haciéndoles testigos de nuestro deseo de colaborar y de nuestro firme acuerdo en ese sentido. Revilla, el primero. Al día siguiente, el PRC recurrió los presupuestos municipales. Las cosas las arreglaba así».