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RAFAEL SÁNCHEZ
Miércoles, 27 de octubre 2010, 10:34
La huelga de los médicos paralizará el Hospital de Laredo el próximo jueves 4 de noviembre ya que ayer se acordó que tan sólo se atenderán los casos de urgencia. Estos serán los únicos servicios mínimos pactados entre los responsables del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y los componentes del comité de huelga, quienes han pedido a los responsables de la sanidad cántabra una confirmación escrita, «para que no se manipule a la opinión pública».
El resto de los departamentos, tanto de Consultas como de Cirugía, no funcionarán ni esa jornada ni las del resto de huelga, convocada para cinco días de noviembre. Al día 4 seguirán el 8, el 11, el 15 y el 18. Tan sólo se podría desbloquear la movilización si surgiera algún acuerdo de la reunión que celebrarán los representantes de los médicos y los mandatarios del SCS, a partir de las 17,00 horas de hoy, miércoles, en la capital cántabra. Es la primera cita que tienen las partes en conflicto desde que se desató el enfrentamiento.
Ayer, en rueda de prensa, para explicar el «por qué» del paro, los representantes sindicales de los médicos se negaron a ser «conejillos de indias» de las nuevas formas de gestión que impone unilateralmente el gerente del SCS, José María Ostolaza. Ante los medios comparecieron Margarita Ferreras, presidenta del sector de Sanidad del CSIF, José Alonso, jefe de sección de radio diagnóstico, Ignacio González, anestesista, y Raquel Martínez del Olmo, ginecóloga.
Criterios electoralistas
Ésta última señaló como principal responsable del aumento de las listas de espera al actual gerente, Antonio Merino, por haber suspendido en verano parte de la actividad quirúrgica en el Hospital de Laredo, «por criterios electoralistas». El que obligaran a los especialistas de Laredo a atender las consultas de Castro, sin aumentar el personal facultativo como estaba previsto fue el problema, lamentó.
«Vamos a Castro suspendiendo la actividad en Laredo para pasar una consulta normal, ni tan siquiera preferente». Los médicos que se desplazan son de las áreas de ginecología, oftalmología, rehabilitación y radiología. Raquel Martínez alertó de que, recientemente, han abandonado el hospital dos urólogos, y lo mismo puede suceder con dos oftalmólogos: «La atención de los pacientes en esas especialidades puede desaparecer».
Ferreras negó, por su parte, que los médicos de Laredo vayan a la huelga por dinero o por negarse a trabajar por las tardes «porque ya llevan cinco caños haciéndolo». La responsable del CSIF indicó que el conflicto se enciende por el cambio de jornada y horaria de trabajo de manera ilegal y vulnerando los acuerdos vigentes entre los sindicatos y la Administración.
«Cualquier alteración tiene que ser negociada», recordó. Además, la portavoz sindical señaló que se incumple el Estatuto Marco y también de otros acuerdos donde ese establecen 1.533 horas de turno diario mañana y tarde. Por su parte, José Alonso, aseguró que el 95 % de los médicos del centro hospitalario no tiene consulta privada.
«Nos preocupa mucho que Ostolaza diga, por desinformación -o faltando a la verdad de forma deliberada- que en el hospital deben funcionar la resonancia, aceleradores y otras serie de exploraciones, cuando dichos servicios no existen, ya que no tenemos esa tecnología implantada aquí», se lamentó el responsable del departamento de radio diagnóstico.
Finalmente, el médico-anestesista Ignacio González rechazó que sea cierto que se hayan reducido las listas de espera en el Hospital de Laredo. Si en enero había 1.600 pacientes esperando cirugía, a finales de septiembre, son 2300, un 40 % más.
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