Mucho ganado y pocas ventas en San Felices

A pesar de la torrencial lluvia que descargó generosamente sobre el valle de Buelna durante la jornada, ayer se celebró en la localidad de Rivero, en San Felices, la feria anual de ganado, que cumplió su decimonovena edición y que este año cambió de ubicación, teniendo como nuevo escenario algunas praderías de este pueblo cedidas por sus propietarios para el evento.

Casi una treintena de ganaderías de vacuno se dieron cita en esta ya tradicional feria. Junto a ellas, hubo diez manadas de caballar. Algunos rebaños de ovejas completaron la exposición. En total, más de 1.500 reses, la mayoría del propio municipio de San Felices.

En el ganado presente, predominaron los ejemplares de raza tudanca. Hubo cabañas de un magnífico porte, como la de los criadores Rafael Lombilla, de hijas, y Maximiliano Lahera, de Somahoz, con 45 y 50 vacas, respectivamente, de gran punta. Junto a estas cabañas hubo también otras de razas cárnicas, como pueden ser los rebaños de limusina, asturiana de los valles, parda alpina de montaña y mestiza.

El ganadero que mayor número de animales presentó fue Sixto Carral, de La Montaña, con 73 vacas de raza tudanca.

Como suele ser habitual en estas ferias calificadas como 'de año', no hubo demasiadas transacciones. El protagonismo en este escaso mercado lo tuvieron las vacas de carne. Entre todas, destacó un vaca mestiza, muy gorda, en torno a 400 kilos de peso la canal, vendida en 901 euros. También se produjeron algunos movimientos que afectaron a potros y terneros pasteros.