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Los tres acusados y los letrados escuchan el testimonio de la novia de la víctima, ayer, en la Audiencia Provincial. :: SANE
Cuatro testigos oyeron a Valentín: «¡Han sido la Erika y otro tío!»
Tribunales | mataporquera

Cuatro testigos oyeron a Valentín: «¡Han sido la Erika y otro tío!»

Una mujer vio por su ventana cómo dos individuos inmovilizaron y agredieron al hombre asesinado en Mataporquera

MARIÑA ÁLVAREZ

Miércoles, 19 de enero 2011, 19:12

Unos por las ventanas, otros en la calle, en la carretera por la que salió pitando el coche, en la escalera donde ocurrió, en los pisos del edificio... Como una película macabra, el asesinato de Valentín F. tuvo su público, un público con el que es posible que no contaran Erika A. M., Jorge B. C. y Ángel Manuel R. M., los tres acusados, que ayer escucharon a los testigos propuestos por la Fiscalía, que vieron y oyeron lo que ocurrió aquel 15 de mayo de 2009 en la calle Libertad de Mataporquera.

Cuatro de ellos escucharon al propio Valentín antes de morir en el portal de su casa cómo pedía socorro y delataba directamente a su expareja: «¡Han sido la Erika y otro tío!», frase que escuchó un matrimonio que vive en el primer piso, su novia (del cuarto piso) y hasta la vecina de enfrente. Esta última fue la única que vio cómo ocurrió todo. Aunque no podía distinguir los rostros de los autores, vio a dos personas, una sujetando por detrás a Valentín y otra golpeándole «con algo» por delante. El primero, un hombre alto y fuerte, y el segundo, de estatura media, más menudo y delgado (o delgada, no pudo precisarlo) y con un pañuelo en la cabeza.

Esta testigo se asomó a la ventana cuando escuchó unas voces pidiendo auxilio: «¡Juanma, ayúdame, socorro! Entonces vi a esas dos personas que le agredían y, después, salieron corriendo del portal, mirando a los lados, mientras Valentín voceaba y decía ¡ha sido Erika, ha sido Erika!».

Desmontando versiones

Erika tenía un hijo pequeño con la víctima, y el Ministerio Fiscal cree que se puso de acuerdo con los otros dos procesados -los tres viven en León- para matar a su expareja y recuperar la custodia del niño, que vivía con el padre y con su novia en Mataporquera.

Pues bien, este lunes, en el primer día del juicio, tanto Erika como Jorge admitieron que estuvieron en el edificio de Valentín para que ella viera a su hijo. Dijeron que llamaron al timbre del cuarto piso pero, como no contestaban, bajaron por la escalera y, en ese momento, se encontraron con Valentín. Hubo una discusión, que acabó con Erika «pinchando» a la víctima, según Jorge, que dice que salió corriendo en cuanto vio la agresión de su amiga. Ésta, sin embargo, dijo que tuvo una especie de vahído, que de pronto Valentín ya estaba en el suelo y que se marchó corriendo dejando a su ex con Jorge en el portal.

Sus versiones chocan con la de la primera testigo, que vio a dos personas atacando a Valentín y a las mismas dos personas huyendo a la vez. Y coincide, además, con el relato de otro testigo más que estaba paseando por la calle y se los cruzó cuando huían. Este hombre dijo que, primero, vio un coche (Ángel Manuel R. M., el tercer acusado, es el conductor en esta historia) bajando la calle «a gran velocidad» por la parte de atrás del edificio. Luego aparecieron «dos personas corriendo, iban gritando, y casi en marcha se montaron en el coche». Una más fuerte que la otra, y la otra, con un pañuelo en la cabeza. Memorizó la matrícula y al rato vio «el revuelo» en la casa de la víctima.

En ese revuelo estaba Juanma, al que Valentín llamaba desesperado. Vive en el primero con su mujer, y dice que oyó «unos gritos espantosos, bajé y me dijo ¡que me han pinchado!». Salió a la calle para llamar al 112, mientras su mujer atendía a Valentín en el portal. Ella pudo hablar unos minutos con él, hasta que cayó al suelo y murió. Mientras se mantuvo consciente, la testigo afirma que le dijo: «¡Han sido la Erika y otro tío! ¡Me han matado, me han matado! Cuando ya cayó al suelo mi marido le sujetó, y él repetía ¡me muero, me muero! Juanma, que me han matado», relató la mujer.

No llamaron al timbre

A Juanma se le hicieron eternos los «ocho minutos» que, calcula, tardaron en llegar los médicos, que sólo pudieron certificar su muerte. Mientras, él y su mujer taponaban sus heridas con toallas, junto a la novia de Valentín. Ésta, que es la hija del alcalde de Valdeolea (Ángel Calderón) y residía desde hacía poco tiempo con él y su hijo, vio por la ventana la llegada de su novio y cómo aparcó la grúa -trabajaba en Chisco Motor- en la calle, llena de plazas libres (los acusados dijeron que aparcaron detrás porque no había sitio). Estaba dando la cena al niño, «y nadie llamó al timbre» (como dijeron Erika y Jorge). Oyó voces, bajó y se encontró a Valentín solo, «me dijo que le había apuñalado Erika y otro chico y me pidió que llamara a mi padre». Subió a casa a llamar, mientras ya bajaban Juanma y su mujer, alertados por los gritos.

Ayer en el juicio, Erika y Jorge se hicieron algún comentario al oído mientras declaraban los testigos. Ella se echaba las manos a la cabeza y negaba con una sonrisa algunas afirmaciones.

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