Javier Salas, artesano de la imagen

De tanto hablar de sus fotos de famosos, cualquiera esperaba de Javier Salas (Cabezón de la Sal, 1965) un despliegue de lujo y medios aplicado a la captura de imágenes. Cierto que, invitado de excepción en la nueva edición de Polientes Foto, el veterano foro de la imagen que impulsa Pablo Hojas, se había comprometido a desarrollar, ante los ávidos ojos de los alumnos, una sesión 'de profesional', con maquilladora, ayudante y modelo incluidos. En lugar de iluminaciones barrocas y decorados rebuscados, Javier Salas dio una lección magistral de artesanía fotográfica demostrando que cualquier luz puede aprovecharse y modularse para obtener efectos y calidad impensables para quien no los sabe ver.

«Tengo la sensación de que rompía un poco los esquemas de la gente volviendo a un nivel de fotografía muy artesanal, donde lo que tiene importancia son los pequeños detalles, que son los que dan calidad a la imagen. El reducir, el hacer ver a la gente esos detalles creo que es algo muy positivo. He estado trabajando con poca cantidad de luz y, en esos niveles, cada pequeña cosa es importante. Si consigues verlo, luego puedes manejar cualquier tipo de luz».

Según Salas, lo que ha hecho es «una demostración de oficio». «Son pequeñas cosas que he aprendido a lo largo de mucho tiempo y que las pones delante de golpe. La colocación de deflectores o el uso de telas negras, son cosas que estuve manejando y que poca gente lo hace bien, porque nunca han visto realmente cómo se usan. Saben que existen y que modulan la luz, pero no sabían, por ejemplo, que una luz natural modulada diese tanta calidad».

Si los participantes en el curso se han sorprendido con su forma de trabajar, él también ha quedado impresionado por el tipo de enseñanza diferente que se imparte en Polientes. «Este esquema de convivencia, más que de academia, y este ambiente de compañerismo, crea una relación como de amigos».