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MARIO CERRO
Lunes, 7 de febrero 2011, 01:02
La paciencia de la Consejería de Ganadería se ha agotado y el próximo día 14 de febrero, a partir de las nueve de la mañana, iniciará el desalojo de dos terceras partes de los 350 perros que están a cargo de Regina Macho y Carmen Orio en el pueblo de Torres (Torrelavega). La incautación se realizará en tandas de doce y los animales serán trasladados a un finca que el Gobierno regional tiene en el pueblo de Hermosa (Medio Cudeyo), para atenderlos y después entregarlos en adopción.
La decisión ya estaba tomada desde hace tiempo, pero la oposición de las dueñas de Capab, entidad retirada del registro de protectoras de animales por la Consejería, tras detectar graves irregularidades en materia de sanidad y bienestar animal, ha retrasado este desalojo. La Asociación para la Protección y Adopción Canina (Aspacán) será la encargada de gestionar el futuro de los animales que ahora cuidan las dos responsables de Capab. La intención es que el centro de Torres se quede con poco más de un centenar de canes.
En enero, miembros de Aspacán, varios ex voluntarios de Capab, críticos con la actual dirección, y miembros de otras asociaciones animalistas se concentraron a las puertas de la finca de Torres donde se encuentran los perros, para mostrar su protesta y exigir a las dueñas «que se vayan» y que dejen ya la gestión en manos de «gente más competente». Mientras, las dos vecinas advierten que sólo permitirán la entrada en la finca de Torres con una orden judicial.
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