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J. A.
Viernes, 18 de febrero 2011, 11:42
En el Colegio Público Cisneros se da tanta importancia a que los niños aprendan matemáticas como a que comprendan el significado de palabras como solidaridad, sostenibilidad o paz. Pionero en la utilización de la energía solar, en la educación por la defensa del medio ambiente y en tantas otras iniciativas novedosas, el centro no dudó en aceptar la propuesta del crítico de arte Orlando Britto -padre de uno de sus alumnos- de poner en contacto a un grupo de chicos de 5º (10/11 años) con el artista de La Reunión Jack Beng-Thi. El objetivo, por un lado, consistía en colocar frente a los niños a una persona procedente de un remoto rincón del planeta; por otro, ayudar a romper la barrera entre el artista y el público. Como explica Britto, «Reunión es un espacio multirracial, de convivencia. Allí hay gente de África, Madagascar, Francia, India, China, Vietnam, Filipinas, Mauricio, Seychelles,... es como una utopía. Se pueden visitar templos indios, chinos, iglesias protestantes y católicas, mezquitas chiíes y suníes. El propio Jack -con abuelos procedentes de Vietnam y Bengala- nace con tres religiones».
Si el 'sujeto' de estudio ya resultaba así suficientemente interesante, su trabajo, en el que la naturaleza y la preocupación por el ser humano está tan presente, lo hacía ideal para unos muchachos ya familiarizados y sensibilizados con el tema. Se trata de una experiencia piloto, desarrollada dentro de la asignatura de Educación para la ciudadanía, en la que el alumnado interpretará la obra del artista y mostrará su propia creatividad alrededor de ella.
De momento, el primer paso ha consistido en conocer a Jack Beng-Thi, quien ayer les habló de su isla, de su vida y de su obra, además de responder a una entrevista colectiva. Previamente, los chavales habían tenido ocasión de conocer algunos de sus datos biográficos, habían visto una muestra de su trabajo y habían investigado la situación y las características de Reunión.
«No es la primera vez que trabajo con niños», explicó Beng-Thi. «Creo que es muy importante explicarles cómo vemos el mundo, cómo funciona, y demostrarles que el arte plástico es muy interesante». En su opinión, el hecho de que entren en contacto con él resulta enriquecedor no sólo por acercarse a un artista, sino por su lejana procedencia. «Es importante para un niño entender que se pueden ver las cosas de forma diferente, y así tienen que abrir la mente para entender a alguien que tiene una historia y una cultura muy diferentes a la suya».
Reunión es un crisol donde se han mezclado razas y culturas muy diferentes. «Es como un libro donde se pueden leer muchas cosas, que demuestra que se puede establecer un tipo de relación entre nosotros y con el resto del mundo; la isla es un lugar especial donde la gente comparte sus diferentes culturas como una forma de cambiar las cosas y buscar soluciones».
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