El geriátrico de Los Corrales recibe el primer certificado de calidad de España

La actual residencia para mayores de Los Corrales de Buelna ha dado en los dos últimos años un giro radical en la calidad de sus servicios para convertirse definitivamente en una referencia a nivel nacional. Tan radical que las instalaciones han pasado en ese tiempo de recibir un expediente administrativo del Ayuntamiento del municipio a recibir el aval de calidad e idoneidad del servicio para los usuarios del Gobierno de Cantabria, convirtiendo, así, en la primera residencia en España que cumple los requisitos fijados en el Consejo Territorial de Dependencia.

La vicepresidenta del Gobierno regional, Dolores Gorostiaga, entregó ayer personalmente ese certificado a Zuriñe Caranca de la Hoz, la directora de una residencia que tiene 46 plazas concertadas por el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), lo que supone una inversión anual de la Consejería de Empleo y Bienestar Social del Ejecutivo cántabro muy próxima a los 903.973 euros para la atención a las personas usuarias de la misma.

Durante su visita al centro, la vicepresidenta estuvo acompañada por la alcaldesa de Los Corrales, Mercedes Toribio; el director general de Políticas Sociales, Julio Soto; y la directora general del ICASS, María Luisa Real, además de los máximos responsables de la residencia, con la directora y principal responsable del 'cambio', Zuriñe Caranca, a la cabeza.

Desde 2009 la empresa adjudicataria del servicio, AMMA, ha abordado la mejora de las deficiencias anteriores: una nueva organización general, una mejora del mobiliario (se han renovado todas las camas), un mejor aspecto general de las instalaciones interiores y exteriores (adecentando el jardín para una mayor utilización) y una especial atención al comedor.

«Los residentes tienen ahora mejor cara», aseguraba ayer Toribio, para quien, se notan las mejoras». Por su parte, Zuriñe Caranca destacó que los logros parten de la aplicación de un plan de calidad avalado por todo el personal de la residencia, que «no bajará la guardia». También alabó las buenas y estrechas relaciones con los Servicios Sociales municipales en ese cambio radical de la residencia.