La reordenación de la N 611 aumenta el aislamiento del complejo de Las Caldas

Los dominicos del Santuario de Nuestra Señora de Las Caldas de Besaya, en Los Corrales de Buelna, han ejercido de portavoces ante lo que se ha convertido en una preocupación común de cuantos viven y trabajan en ese complejo arquitectónico y religioso histórico, la limitación de los accesos por la conversión de la antigua carretera Nacional 611 en un carril-bici. Aunque se mantendrá una parte de esa carretera para la circulación de vehículos en un único sentido, en Las Caldas ven con preocupación esa decisión. Consideran que cualquier medida que restrinja el tráfico es perjudicial para un paraje ya de por si mal comunicado.

Los dominicos recuerdan que sólo quedará una salida por carretera, hacia la actual Nacional 611 y con dirección obligada hacia el sur, hacia la rotonda de Barros, que servirá para regular el destino que los que abandonen el Santuario, la Hospedería o el centro Cadmasa, de atención a personas dependientes. Para acceder a ese complejo, se podrá hacer de forma cómoda si se llega desde Cartes o Torrelavega.

No tanto ya desde Los Corrales, porque se seguirá usando la vieja Nacional. Eso si, ya no se cruzarán dos coches en una estrecha y mal conservada subida. Otra preocupación para los dominicos, que se han puesto en contacto con el alcalde de Cartes para pedirle que haga de mediador en la reparación de ese vial.

Para el centro de atención a personas dependientes es más alargar el tiempo de llegada que otra cosa. Para la Hospedería, aumentar un poco más lo que son otras preocupaciones que acechan a los negocios del sector en general. Y para el Santuario, supone alejar a los pocos fieles que van quedando. Reclaman un poco de atención para un centro declarado patrimonio de Cantabria.