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Consuelo de la Peña
Domingo, 24 de abril 2011, 16:40
N i por debajo del 40% ni por encima del 60%. Es la norma a la que están obligados los partidos políticos para dar cumplimiento a la Ley de Igualdad en las listas con las que concurren a las próximas elecciones. Sin embargo, más allá de esta imposición legal, lo cierto es que basta echar un vistazo a los cabezas de lista para confirmar que los aspirantes a alcaldes son en su mayoría hombres, consolidando así la tendencia del actual mapa político municipal, donde sólo 11 de los 102 ayuntamientos, el 10,7%, están regidos por mujeres, y una de ellas, Almudena Gutiérrez (PP), de Villaescusa, accedió al cargo no directamente de las urnas, sino merced a una moción de censura.
En estos comicios, a pesar de la igualdad formal, los partidos políticos presentan dos mujeres por cada diez hombres en el primer puesto de la lista, o lo que es lo mismo, solo el 19,7% de los primeros de lista son mujeres, porcentaje que dista mucho de acercar la paridad real a las alcaldías. Son datos que confirman que la primera línea de la política municipal continúa siendo la asignatura pendiente para las mujeres.
«Las cifras cantan. La paridad sigue siendo más un concepto que una realidad efectiva, pero es también un objetivo recogido por la ley como respuesta a una legítima aspiración, y no debemos perderlo de vista». Lo dice una mujer que está desde hace años en primera línea de la política. Blanca Rosa Gómez Morante, alcaldesa de Torrelavega, es un referente para quienes creen en la capacidad de la mujer para liderar un proyecto político, ella y las otras diez mujeres que durante la pasada legislatura consiguieron hacerse con el bastón de mando de sus alcaldías.
De los 102 municipios regionales, en la actualidad sólo once están regidos por mujeres. Siete por el PSC-PSOE (Gómez Morante, en Torrelavega, que a su vez preside la Federación de Municipios de Cantabria; Puerto Gallego, en Santoña; Isabel Fernández, en Cabezón de la Sal; Nieves Abascal, en Ampuero; María del Mar Iglesias, en Limpias; Teresa Montero, en Molledo y María del Mar Múgica, en Santiurde de Reinosa). Le sigue el PP con tres mujeres: Mercedes Toribio, en Los Corrales de Buelna; Belén Ceballos, en Los Tojos, y Almudena Gutiérrez, en Villaescusa. Por contra, los regionalistas solo abanderan una alcaldía, la de Comillas, privilegio que corresponde a Teresa Noceda.
Todas ellas, excepto Almudena Gutiérrez, fueron elegidas en 2007, en unos comicios en los que el 87,3% de los candidatos (314) eran hombres, y el resto, un 12,7%, mujeres. Diez de estas 46 colmaron su objetivo y se consagraron como primera autoridad municipal, lo que significa que casi el 22% de las candidatas fueron elegidas en las pasadas elecciones, frente al 29,3% de los aspirante varones.
Escalan, pero poco
Pero, ¿qué ha pasado en estos cuatro años y cómo llega la mujer a estos comicios? Han escalado en las listas, pero muy poco. Apenas se observa un 5% más de candidatas en los primeros puestos de las listas.
Y ello a pesar de que en esta legislatura el Gobierno de la nación ha aprobado la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, que establece que además de cumplirse el cómputo general de una proporción mínima del 40% de mujeres, las listas de municipios mayores de 3.000 personas tienen que ser paritarias en los últimos puestos. La cuestión no fue pacífica y el PP se abstuvo en la votación por su oposición a la paridad.
Sin embargo, la norma no se ha traducido en grandes avances, como cabía esperar, a tenor de las listas electorales municipales inscritas para concurrir a los comicios del 22 de mayo.
Si en 2007, el 12,7% de los aspirantes a las alcaldías eran mujeres (46 en términos absolutos), en 2011 representan el 19,7% (73) del total de los cabezas de lista, o lo que es lo mismo, solo dos de cada diez aspirantes son féminas.
Los datos son reveladores. Se ha avanzado, sí, porque en estas elecciones hay 27 mujeres más que en 2007 abriéndose camino hacia una alcaldía, pero «todavía es insuficiente y queda mucho por hacer», sostienen al unísono seis de las alcaldesas de la región que en estas elecciones se postulan de nuevo para regidoras.
«Nos queda el salto», asegura la socialista Puerto Gallego, que lleva diez años con el bastón de mando de la alcaldía de Santoña entre sus manos. Su lista es paritaria. «Llevamos diez hombres y diez mujeres , y en los primeros diez puestos hay cinco mujeres y cinco hombres. Pero, además, en el ayuntamiento, de los 17 concejales, nueve son mujeres», recuerda para afianzar «lo que se ha avanzado en este ámbito en pocos años». En este municipio se presentan cinco partidos (PP, PSOE, UPyD, PRC y Falange), y tres de ellos llevan a una mujer como cabeza de lista, lo que le convierte, junto con Torrelavega, en baluarte de la paridad en las listas municipales.
Aun así «las mujeres no estamos satisfechas. Tenemos más presencia en las candidaturas, pero nos queda encabezarlas y tenemos que dar el paso, no solo para participar, sino para ser líderes. Pero vamos por el buen camino, porque en estas elecciones de 2011 hay un poco más de representatividad», sostiene Gallego, que confía en que dentro de cuatro años «se rompa este techo» y las mujeres candidatas a las alcaldías sean «tantas como hombres».
Su compañera Blanca Rosa Gómez Morante, alcaldesa de Torrelavega, es una ferviente defensora de la Ley de Paridad, aunque cree que sus resultados «van lentos». En Torrelavega se presentan nueve candidaturas, tres de ellas encabezadas por mujeres, en tanto que en Santander, primer municipio de Cantabria, de las once listas que concurren, solamente dos (la del PSC-PSOE con Eugenia Gómez de Diego, y 'Por un mundo más justo', con Leire Arranz) tienen a una mujer en primer término.
Pero todavía hay municipios donde la posibilidad de que sean gobernados por una mujer es nula, porque ningún partido político presenta a una candidata como número uno. Y no son ayuntamientos menores en cuanto a población. Los partidos políticos no presentan ninguna mujer en Camargo, Ampuero, El Astillero, Anievas, Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Bareyo, Cabezón de Liébana, Cabuérniga, Campoo de Enmedio, Cillorigo de Liébana, Colindres, Entrambasaguas, Escalante, Guriezo, Campoo de Suso, Herrerías, Lamasón, Liendo, Marina de Cudeyo, Meruelo, Miengo, Miera, Noja, Pesaguero, Pesquera, Rasines, Reocín, Las Rozas de Valdearroyo, Ruesga, Ruiloba, Santiurde de Toranzo, Saro, Soba, Solorzano, Suances, Tresviso, Tudanca, Udías, Valdeolea, Valdeprado del Río, Valderredible, Valle de Villaverde, Vega de Pas, Villacarriedo y Villazufre. El caso de Camargo es paradigmático. En 2007 tres mujeres (del PSOE, PRC y IU) y un hombre (PP) se disputaban la alcaldía. Cuatro años después, han desaparecido, y eso que se presentan dos partidos más. En Cabezón de la Sal ocurre algo similar. En 2007, cuatro de las seis candidaturas estaban presididas por mujeres. En estos comicios, hay cuatro listas, y solo dos de ellas están lideradas por féminas. Y en Castro Urdiales, donde hay nada más y nada menos que diez listas electorales, solo La Unión promueve a una mujer como número uno.
En conjunto, el PRC es el que partido que menos féminas lleva en el primer puesto de las candidaturas municipales (13 frente a 89 hombres), seguido del PP (18 frente a 84), en tanto que el PSC-PSOE es quien tiene más presencia de mujeres aspirantes (27 frente a 72).
Mercedes Toribio, alcaldesa de Los Corrales de Buelna, y Almudena González, de Villaescusa, ambas del PP, creen que lo importante no es la cuota, sino la «valía y la capacidad», aunque consideran que «todos los partidos» deben realizar un esfuerzo a la hora de confeccionar sus listas para que sean mujeres las que aparezcan en los primeros puestos. Toribio recuerda que a ella «el PP me vino a buscar, porque hasta entonces siempre había habido un hombre en la candidatura». Su fichaje fue certero, porque ha sido regidora de este municipio en dos legislaturas (1999-2003 y 2007-2011).
El peso de la familia
Pero, ¿por qué esa escasa presencia de políticas en alcaldías y en el primer puesto de las listas? Las mujeres están sobradamente preparadas pero se resisten a dar el brinco a la política porque anteponen las obligaciones familiares en sus prioridades.
Así lo creen Mercedes Toribio y su compañera Almudena González, pero también lo comparten las socialistas Puerto Gallego, Blanca Rosa Gómez Morante e Isabel Fernández, de Cabezón de la Sal, y la única regidora municipal regionalista, Teresa Noceda, de Comillas. Sostiene Noceda que «la escasa presencia de las mujeres en política se debe a que tienen muchas trabas familiares. La conciliación familiar es básica y para la mujer el rol de ser madre es un obstáculo que hay que superar con políticas de igualdad y corresponsabilidad».
El caso de Isabel Fernández sirve como ejemplo. La alcaldesa de Cabezón de la Sal ha accedido a esta responsabilidad cuando sus dos hijos son ya mayores, lo que le permite conciliar su responsabilidad familiar con «la exigencia y el compromiso adquirido con los vecinos. Mi móvil no se apaga en las 24 horas del día».
Al final, las seis alcaldesas coinciden en que la presencia femenina en el primer puesto de una lista electoral no depende tanto de los partidos políticos, sino de la posibilidad personal de conciliar la responsabilidad municipal con la vida familiar.
N i por debajo del 40% ni por encima del 60%. Es la norma a la que están obligados los partidos políticos para dar cumplimiento a la Ley de Igualdad en las listas con las que concurren a las próximas elecciones. Sin embargo, más allá de esta imposición legal, lo cierto es que basta echar un vistazo a los cabezas de lista para confirmar que los aspirantes a alcaldes son en su mayoría hombres, consolidando así la tendencia del actual mapa político municipal, donde sólo 11 de los 102 ayuntamientos, el 10,7%, están regidos por mujeres, y una de ellas, Almudena Gutiérrez (PP), de Villaescusa, accedió al cargo no directamente de las urnas, sino merced a una moción de censura.
En estos comicios, a pesar de la igualdad formal, los partidos políticos presentan dos mujeres por cada diez hombres en el primer puesto de la lista, o lo que es lo mismo, solo el 19,7% de los primeros de lista son mujeres, porcentaje que dista mucho de acercar la paridad real a las alcaldías. Son datos que confirman que la primera línea de la política municipal continúa siendo la asignatura pendiente para las mujeres.
«Las cifras cantan. La paridad sigue siendo más un concepto que una realidad efectiva,
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