Gorostiaga anuncia cambios en la dirección y en el discurso del PSOE

El PSOE perdió las elecciones por no diferenciar su discurso y proyecto del PRC, por no saber explicar bien las medidas tomadas contra la crisis y por los «espectáculos internos lamentables» del partido en Cantabria. Esas tres fueron las razones esgrimidas ayer por la secretaria general de los socialistas, Dolores Gorostiaga, para explicar la derrota en las urnas que propició la mayoría absoluta del PP. La dirigente socialista también dibujó los primeros trazos de lo que será el futuro PSOE cántabro con «una reorientación de las personas que lo dirigirán, de las políticas y los discursos». Un «inminente cambio de dirección» en el partido obligado por la imposibilidad de Gorostiaga de presentarse de nuevo como candidata a la secretaría general al acabar su mandato, limitado por las normas del partido. «Mi salida estaba cantada desde el último congreso», recordó la dirigente socialista.

Gorostiaga también subrayó que no se puede responsabilizar de todo a la «marea nacional» contra las medidas de Rodríguez Zapatero, de las que ella y todos los dirigentes socialistas son «corresponsables».

La intervención pública de Gorostiaga tuvo lugar en la misma sala de la sede de Bonifaz donde la noche anterior había transcurrido una tensa reunión de cuatro horas de la Ejecutiva de su partido, con el sector crítico del partido luchando por la celebración de un Congreso Extraordinario. Por eso, en el 'mea culpa' que ayer entonó, Gorostiaga hizo especial hincapié en los «evidentes problemas internos» de su partido que «han influido» en los resultados. Ya el día anterior, la dirigente socialista se había enfrentado con ese ala disidente de su partido -aproximadamente un tercio de los cuarenta miembros de la Ejecutiva-, al que responsabilizó de su falta de compromiso en las elecciones.

«Entre nosotros no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo. Ha sido muy evidente. Este partido tiene las paredes de cristal y todo lo que pasa se ve», dijo Gorostiaga.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones añadió que en el PSOE «todos somos necesarios pero ninguno es imprescindible», y recordó cómo ha intentado «integrar» en el partido a todas las personas con proyectos alternativos al suyo desde que llegó a la secretaría general del partido «con cuatro votos de diferencia respecto a otros candidatos». «Todos están dentro ahora, pero no todos trabajamos igual. Es evidente que tenemos problemas internos y hay que solucionarlos», señaló.

Durante la reunión de la Ejecutiva de la noche anterior, Francisco Fernández Mañanes, portavoz parlamentario, fue el que abanderó las voces críticas del partido contra la dirección del mismo y la necesidad de organizar un Congreso Extraordinario en Cantabria, iniciativa que no salió adelante y sí el acuerdo unánime de seguir el mismo camino que marque la dirección federal del partido a la hora de decidir su futuro.

A partir de ahora, el PSOE se marca como retos más inmediatos contribuir a la gobernabilidad de los municipios a través de la política de pactos para garantizar «mayorías progresistas» donde se pueda, el reto de las elecciones generales, y la conformación del grupo parlamentario desde el que se hará oposición al Partido Popular.

De lo que se trata ahora es de «subsanar» los errores, tanto en los planteamientos políticos, como en su «traslación» a los ciudadanos, y también de solucionar algunos «cuellos de botella» existentes en la organización socialista, concluyó Gorostiaga.