La beca de oro, para Coral Peral

A Coral Peral le ha cambiado la vida desde que, hace unos días, recibió la noticia de que había sido seleccionada para estudiar durante los dos próximos cursos en una de las sedes de la institución Colegios del Mundo Unido, junto a alumnos de otros ochenta países. Es la única estudiante de Cantabria seleccionada en esta convocatoria y pasará los dos próximos años becada en la localidad de Aberdovey, en Gales (Reino Unido). A Coral Peral no le ha cambiado la vida por casualidad, sino por decisión suya, por su propio esfuerzo, por el expediente académico acumulado durante los años de Primaria y por las propios circunstancias de su vida. Ahora, ella y su familia miran al futuro con esperanza. Y ese futuro pasa, de momento, por el colegio Outward Bound Trust, un viejo castillo medieval reconvertido en uno de los centros de estudios más avanzados del mundo.

«Cuando miré las fotos del colegio y del comedor pensé que se parecía al castillo de Harry Potter», afirma Coral Peral. Nunca ha estado en Gran Bretaña, pero se hace una idea de cómo puede ser la tierra galesa, aquella que el rey Eduardo I incorporó a la Corona de Inglaterra en el año 1171. «Creo que es muy verde todo, y muy bonito. Todo tiene muy buena pinta. El castillo es un colegio medieval espectacular», añade.

Hasta ahora, Coral sólo ha salido de España en dos ocasiones: una Andorra y otra a Portugal. Vive en el pueblo de Matienzo (Ruesga). Cada día le lleva media hora desplazarse a Ramales de la Victoria para estudiar -es alumna del 'Principe de Asturias'- y otra media hora emprender el camino de regreso a casa.

Pero el atractivo de los pueblos y ciudades del litoral galés -Aberdovey es una localidad de costa, cuyas casas contemplan las aguas de la bahía de Cardigan- no reside en la belleza física del paisaje, sino en el programa de estudios que Coral tiene por delante. «Conocer a gente distinta, de la que puedo aprender un montón», es una de las grandes motivaciones de la joven estudiante de Cantabria. No en vano, en el colegio van a convivir, durante los dos próximos años, jóvenes procedentes de 80 países. De hecho, esa es una de las grandes finalidades del programa educativo de Colegios del Mundo Unido: educar a los alumnos en un marco de intercambio y convivencia para la paz.

«Nunca pensé que me iba a tocar. Lo eché sólo para probar», afirma en este momento. Tampoco sus padres lo esperaban: «Les ha pillado un poco de susto, pero están muy contentos», comenta.

Sus padres son ganaderos de Matienzo y atienden una estabulación dedicada a la producción de leche. Como tantos otros casos, la familia entera se ha dedicado durante años al cuidado del ganado. Coral Peral ha completado un expediente académico sobresaliente, pero además ha cuidado a sus hermanos menores -va y viene con ellos en el autobús- y ha ayudado en el cuidado del ganado. Con 16 años ha mostrado ya algunos de los mejores rasgos de las gentes de Cantabria.

Ahora la vida abre nuevas oportunidades, y se trata de aprovecharlas. Marchará a Gran Bretaña el 20 de mayo y sabe que, «aunque Gales se parezca a Cantabria, echaré en falta mi casa y a mi familia». Pero será por un buen motivo. En todo caso, es una afortunada. Dedicará sus próximos años a estudiar, como otros muchos jóvenes, pero también a conocer a otras personas, a convivir con otras realidades, a compartir semejanzas y diferencias y, en suma, a ingresar en un mundo de intercambios del que todos los que la han apoyado, y ella misma, esperan sin duda lo mejor.