Borrar
Foto de familia del Gobierno regional, con ocho consejeros y el presidente. :: ANDRÉS FERNÁNDEZ
Los sueldos del Gobierno no atraen a gestores privados
CANTABRIA

Los sueldos del Gobierno no atraen a gestores privados

Se da la paradoja de que el presidente gana mil euros menos al año que su jefe de gabinete

Gonzalo Sellers

Domingo, 10 de julio 2011, 20:09

Sueldos por debajo de la empresa privada, el riesgo del desgaste público, las jornadas sin horarios y el desprestigio generalizado de la clase política entre el ciudadano de a pie. 'Cazar' talentos con experiencia probada para formar equipos de Gobierno se ha vuelto una tarea ardua. ¿Es que la política se ha vulgarizado, como dice el filósofo Javier Gomá?, ¿es que ya no es sexy trabajar por el bien común? o ¿será que el sueldo de un consejero cántabro, que no llega a los 60.000 euros anuales, no puede competir con los 150.000 o más que podría cobrar un directivo equivalente en la empresa privada? Para tener una panorámica completa, habría que recordar que el sueldo medio en Cantabria es de 20.860 euros.

Al nuevo Gobierno regional le está costando 'fichar' a gestores, porque los sueldos públicos no pueden competir con la empresa privada. El cambio político ha supuesto la renovación de 66 altos cargos, a los que habrá que sumar en las próximas semanas los directivos de diversos entes públicos. Un equipo enorme que ha de regir el devenir diario de 592.000 cántabros y una 'empresa' que supera los 21.000 empleados (funcionarios). Algunos nombres estaban claros desde el inicio -colaboradores cercanos del líder del PP durante sus años al frente de la oposición- y el resto se ha nutrido, sobre todo, de la propia carrera funcionarial y del ámbito universitario, más acostumbrado a eso del servicio públ ico.

Tal vez le pueda sorprender a alguien, pero Ignacio Diego ha recibido varias negativas a sus ofertas para asumir puestos de responsabilidad. Alguna directa, y otra en diferido, cuando el o la candidata compartió con su familia la noticia y ésta le obligó a dar marcha atrás.

El problema no es nuevo. Ya se produjo en anteriores gobiernos regionales. Tampoco es nuevo el perfil de los altos cargos. Los sucesivos gobiernos han recurrido a catedráticos, profesores, abogados de la Administración y médicos de la Seguridad Social, en detrimento de profesionales del sector privado a los que no convenció la función pública. Muy pocos están dispuestos a cambiar su despacho en una compañía saneada por otro en la Administración, aunque también los hay.

Un socio de una empresa consultora española ironiza con el hecho de que 58.000 euros es lo que ellos pagan a un consultor senior de 29 ó 30 años. Según un informe de Michael Page Internacional -empresa especializada en la selección de mandos ejecutivos- el sueldo medio de un directivo en España rondaría los 90.000 euros. Son datos de un informe de 2008, con la crisis ya iniciada. En Cantabria, solo el Delegado del Gobierno, el interventor general (un alto funcionario) o el director gerente de Sodercán se ajustan a esa horquilla.

Michael Page advierte de que la remuneración de los cargos directivos es muy variada en función del puesto y del sector de actividad y tamaño de la empresa. Pero también recoge en su informe que en España un directivo puede cobrar 300.000 euros brutos al año (a lo que se puede sumar comisiones, bonus, coches de empresa, formación) y más de 800.000 en empresas del Ibex 35. Así, el director de Recursos Humanos de una gran empresa puede alcanzar los 220.000 euros y un director comercial de una industria los 180.000.

Cuentas públicas

El presidente del Gobierno cántabro cobra 59.535 euros brutos al año. Menos que un director general de su propio Ejecutivo (60.577) y que, por ejemplo, el alcalde de Santander (64.280). Pero la diferencia se agudiza cuando en la ecuación entra el sector privado. Los directivos de una empresa de tamaño medio de la región superan con creces ese sueldo y el de cualquier consejero (56.828). Un problema cuando se buscan candidatos de perfil alto para gestionar lo público.

Miguel Portillo, 'associate director' de Michael Page Executive Search, explica que «los profesionales que eligen servir al país hacen un gran esfuerzo y hay mucha gente que no opta a ello porque supone dividir su sueldo por tres o por cuatro». En el sector privado, indica, un ejecutivo de una empresa que facture 2.000 millones de euros (presupuesto de Cantabria), cobraría tres veces más que un consejero regional. Portillo opina que los ministros españoles, y otros cargos públicos, dada la responsabilidad que tienen «están fatal pagados». No obstante, advierte que un político puede estar muy mal pagado o muy bien, depende, porque la política también sirve de trampolín para acceder a sueldos y puestos por encima de sus cualificaciones.

Michael Page Executive Search ha ayudado al Gobierno nacional a buscar y seleccionar a algunos de sus altos cargos. Portillo reconoce que los sueldos de la administración han supuesto, en ocasiones, un obstáculo.

Sergio López, responsable en Cantabria de RedLisera, empresa especializada en la selección de personal, admite que las razones para ocupar un puesto público y dejar la, más remunerada, empresa privada, pasan por la motivación personal, la fe en un proyecto, el deseo de hacer cosas de interés público. Cualquier titulado superior de una empresa, por ejemplo, de tecnología, con 15 años de experiencia, llega a los 150.000 euros. 58/60.000 euros los gana un director de departamento de una empresa con un centenar de empleados. La empresa Randstad indica que los directivos de nivel más alto tendrían salarios por encima de los 120.000 euros al año. Una cantidad a la que hay que añadir complementos como el variable (20%-30% sobre sueldo), vehículo de empresa y beneficios sociales.

El debate sobre las nóminas de los políticos vuelve a estar sobre la mesa. ¿Deben dar ejemplo, aunque solo sea un gesto, en estas épocas de crisis, donde el salario medio de un cántabro se sitúa en los 20.869 euros brutos al año, según el INE? ¿Deben tener buenas nóminas para tener a los mejores o para evitar tentaciones? O ¿todo esto debería arrinconarse para alentar o recuperar el espíritu del servicio público?

Ascenso en el partido

Buenos o malos sueldos, también hay quienes se centran es ascender dentro de un partido para poder optar a cargos públicos, y asegurarse así sueldos y responsabilidades a los que no podrían llegar de otra manera, dada su formación o experiencia.

Las voces son siempre discrepantes. Hay quien defiende el incremento de los salarios de los cargos políticos. Una corriente que cree que los primeros espadas de la gestión son los que tienen que tomar las decisiones importantes de una región o de un país. Algo inviable en la actualidad debido al abismo salarial.

El equipo de gobierno de Cantabria, por ejemplo, tiene a su cargo a 21.000 funcionarios autonómicos, debe gestionar una deuda de 1.081 millones de euros y un presupuesto de 2.395 millones. Responsabilidades que, para algunos, no se corresponden con el sueldo del presidente ni de los consejeros.

Uno de los pocos cargos de confianza que sí puede competir con algunos salarios de firmas privadas es el de consejero delegado de la compañía pública Sodercán, con una nómina que, en estos momentos, es de alrededor de 90.000 euros brutos anuales.

En el ranking de políticos cántabros mejor pagados, el delegado del Gobierno ocupa el primer lugar -percibía 97.025 euros antes de las bajadas de sueldos públicos del año pasado- seguido del alcalde de Santander con 64.280 euros.

Además, los expresidentes y exdiputados de la región no reciben pensión o indemnización cuando desocupan el cargo público. Al contrario que en otras comunidades como el País Vasco, donde tienen derecho a percibir una pensión de jubilación del 50% del salario.

Creatividad o vulgaridad

Javier Gomá, director de la Fundación Juan March y premio nacional de Ensayo por 'Ejemplaridad pública', reflexiona que son los momentos delicados, como el paso de una dictadura a una democracia, los que hacen que los mejores de la sociedad se involucren en la causa colectiva y entren en política pero, aseguraba la pasada semana que «una cierta normalidad, un cierto aburrimiento y, por qué no, una cierta vulgaridad de los políticos que nos dirigen, puede ser señal de que los mejores ya no se dedican a la política sino a asuntos como la investigación o la empresa». Ponen su creatividad en otros lugares. Entonces, la política se convierte en una «administración de lo común y no en aquello de lo que depende nuestra vida».

El salario medio de un cántabro es de 20.869, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sólo por delante de Castilla-La Mancha, Extremadura, Valencia, Murcia y Canarias. En el País Vasco, que es donde se destilan los sueldos medios más altos, llegan a los 26.162,45 euros anuales. En cualquier caso, muy lejos de lo que a final de mes ingresan los cargos políticos. La opinión pública mayoritaria siempre ha sido proclive a exigir recortes en la masa salarial de los altos cargos.

A mediados de 2010, las medidas de ajuste que impuso Europa obligaron a reducir los sueldos de los funcionarios públicos. Un 'tijeretazo' que decidieron asumir los cargos públicos en lo que fue más un gesto que un ahorro significativo.

Esos recortes salariales provocaron la aparición de incongruencias dentro de la propia Administración, como que un empleado cobre más que un jefe, algo impensable en el sector privado. Es lo que ocurre, por ejemplo, con la nómina del jefe de gabinete del presidente regional. Arsenio de la Vega, que ya ocupa ese cargo en el nuevo Gobierno cántabro, recibe un sueldo de 60.577 euros, mil más que la persona que lo contrató y para quien trabaja: Ignacio Diego.

No sólo en Cantabria sucede esto. El presidente de la Junta de Castilla y León cobra 68.982 euros brutos al año, menos que los consejeros (71.766). Tres de sus directores generales ganan 15.000 euros más que él. Aún así, el jefe del Ejecutivo castellanoleonés recibe por su trabajo un euro más al año que los ministros del Gobierno central. El presidente español gana menos que los 'segundos niveles' de la Junta.

En el Parlamento regional los salarios se mueven en los mismos parámetros que los de Peña Herbosa. A los 55.796 euros del presidente, 50.725 de los portavoces de grupo, los 31.796 de los diputados con dedicación exclusiva y 18.180 de los de parcial hay que sumar los 6.797 euros anuales que todos ellos cobran en dietas. Un concepto del que también se benefician los miembros del Gobierno que ocupan un escaño. Tras el sueldo del presidente del Gobierno, sin incluirle las dietas parlamentarias, aparece otro alcalde, el de Laredo, que con 58.871 euros brutos anuales supera la nómina de la vicepresidenta del Gobierno regional. Por encima de los consejeros todavía están dos regidores más, el de Piélagos (58.475) y el de Torrelavega (57.306).

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Los sueldos del Gobierno no atraen a gestores privados