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Juan González de Riancho posa ante una de las marquesinas que se 'visten' de la iniciativa 'Visiones urbanas', en pleno centro urbano de Santander. :: ROBERTO RUIZ
«Esta es una feria diferente, real, asentada en un gran poso artístico»
SOTILEZA

«Esta es una feria diferente, real, asentada en un gran poso artístico»

Juan Riancho Director de Artesantander. Afronta su octavo año al frente de una feria superviviente que se ha mantenido «fiel a sus posibilidades como centro artístico»

PPLL

Viernes, 15 de julio 2011, 02:21

Afronta su octava edición al frente de una feria singular que ha superado obstáculos y ha evolucionado con pasos prudentes pero firmes hasta ir definiendo sus señas de identidad. Artesantander cumple veinte años y es una de las escasas supervivientes entre las ferias con modelos similares que surgieron en los 90. Algunas ya han desaparecido o han iniciado un proceso de cambio. En ambos casos se movieron los proyectos de Barcelona, Santiago, Sevilla, Salamanca o Valencia. Por ello, Juan Riancho, el director de Artesantander durante los siete últimos años de esta nueva etapa, se mostró convencido en los últimos meses de que el contexto social y cultural y los factores de mercado propiciaban la necesidad de abordar un cambio de rumbo y de formato para la feria santandrina. Los Projects permitieron el pasado año «un salto cualitativo» por la calidad y prestigio de las galerías presentes. Ahora, Riancho y su equipo ultiman los detalles de la edición más internacional, que puede abrir una etapa diferente para la vida futura de la feria. No obstante, subraya, el éxito del sello Artesantander reside en que «hemos permanecido fieles a nuestras posibilidades, como ciudad y como mercado del arte».

-La feria cumple veinte años. No han faltado avatares, polémicas, crisis y también momentos de esplendor. ¿Qué balance sintético, a modo de radiografía, hace de la evolución de la feria?

-Realmente, para hacer un balance de estos años, tendría que realizar un ejercicio coral dando voz -en esa valoración- a Francisco Revilla, Mario Antolín, María José Corominas, y a todos los responsables en mayor o menor medida de que estos 20 años hayan sido posibles. Por hablar un poco en nombre de todos, yo diría que la permanente búsqueda de las señas de identidad -de un evento que va más allá de una feria comercial- ha sido una labor colectiva.

- ¿Cómo define Artesantander hoy en día, sin perder de vista todo lo sucedido?

-Creo que aplicando lo dicho, yo como director he tratado de contribuir a construir esas señas de identidad, que hacen de Artesantander un evento bastante diferenciado del resto de las ferias de arte internacionales. Digamos que en estos 8 años en los que estoy al frente de la feria, una parte muy importante de nuestros esfuerzos, han estado encaminados a definir cuestiones como el formato y el tamaño de la feria. Siempre hemos tenido presente que debía ser un evento 'real'. Siempre huimos de la tentación de sobredimensionar la feria, cuando parecía que podía crecer. Digamos que hemos permanecido fieles a nuestras posibilidades, como ciudad y como mercado del arte.

-¿Cuántas veces ha pensado en abandonar la dirección de la feria desde aquella vez en que presentó su dimisión, pero decidió continuar?

-La verdad es que ninguna. Yo diría que ni siquiera lo hice 'pensándolo' en aquella ocasión. Cuando presenté la dimisión, me sentía absolutamente reconocido y muy bien tratado y respetado en mi trabajo, pero lo hice porque pensaba que un ciclo de cuatro años estaba bien, y quizás las instituciones que respaldaban la feria, pensaban en darle otro impulso, ya que hay campos de trabajo en los que se nota mucho si el director es funcionario o no, se nota mucho si lleva dos o veinte años al frente de un proyecto, y se corre riesgo de perder frescura, de ser fiel reflejo de tu tiempo. Ahora visto con perspectiva, resultó ingenuo por mi parte, ya que lo que casi estuvo a punto de suceder, fue la desaparición de la feria.

-Este año del aniversario, ¿ha peligrado la continuidad de Artesantander por la crisis o por ser un año electoral?

-No, la feria como tal, no ha peligrado en ningún momento. Lo que realmente ha sucedido, es que hemos aprovechado la situación de estancamiento económico, para darle un giro en dirección y refundarla como un Festival de Projects. Digamos que, en este sentido, ello ha jugado a nuestro favor y ha marcado el momento de inflexión.

- ¿Por qué el nuevo rumbo adoptado por la feria y cómo explica su nuevo formato?

-Nuestro deseo ha sido adaptar la Feria a una nueva realidad del mercado del arte y de la sociedad en general. Las ferias de arte se crean en la década de los 70 del siglo pasado, y tienen su máximo esplendor en los años ochenta, momento en el cual llegan a definirse como fenómeno y como herramienta indispensable en el sector artístico. El nuevo rumbo adoptado es nuestra pequeña contribución en la búsqueda de las señas de identidad de 'la feria de arte del siglo XXI'.

-¿Qué dice a quienes siguen pensando que un galerista no debe dirigir la feria?

-La verdad es que no les digo nada, porque no sabría a quién dirigirme. La sensación que tengo es que eso no lo dice nadie entre la gente informada -la gente que forme parte del sector artístico, de los agentes culturales...- Creo que no todo al mundo está obligado a conocer las mismas cosas, pero algunas son muy evidentes y muy públicas, y la gente sabe que los dos últimos directores de ARCO, lo han sido por haber sido directores de una galería de arte. Es sabido que la pasada edición de Arco, el programa Opening -nuevas galerías europeas-, se encarga a una galerista establecida en Berlín que es Maribel López. Este tipo de decisiones y relaciones forman parte de la realidad del sector y lo saben los distintos intervinientes.

-A los nuevos responsables culturales, ¿qué les ha comentado sobre la importancia de la feria?

-Poco he podido comentarles. La verdad es que viviendo en Santander, -como han vivido los nuevos responsables-, y estando en esferas de trabajo vinculadas a la cultura, creo que podría ser interpretado hasta de mala educación por mi parte, comentarles cosas como lo importante que es una feria de arte internacional en una ciudad como Santander, o lo atractivo de tener el segundo evento de esta naturaleza que se celebra en España.

- ¿Las ferias son un plus del sello de calidad para una galería?

-Sin duda. Quizás en la actualidad esto se esté debilitando, ya que insisto que el formato, e incluso el concepto de una feria, está en plena transformación-, pero es muy complicado 'existir realmente' fuera de los focos mediáticos de atención -Madrid, París o Berlín- sin tener una presencia real en esos escenarios que son las ferias de arte, en los que realmente vas a poder contrastar los trabajos y propuestas de los artistas que defiendes y promocionas con otros homologables generacional y artísticamente.

- ¿Qué ha aportado la creación de la Asociación de galerías cántabras?

-De momento un magnífico Primer Curso de Coleccionismo de Arte, que tendrá su jornada de clausura precisamente en Artesantander, el próximo sábado 23. El ser un interlocutor válido para tratar con la administración local y regional, asuntos relativos a la promoción del arte y los artistas.Nuestro anhelo, en parte es el reconocimiento de nuestro trabajo. Que las administraciones sepan reconocer nuestro esfuerzo, y que nuestra programación mensual, es el 'soporte' del arte contemporáneo en Cantabria.Que reconozcan en extraordinario trabajo que hacemos, en una región en la que la Consejería de Cultura no tiene una sola sala de exposiciones que programe periódicamente en la ciudad de Santander. Una ciudad en la que a todos los visitantes les llama la atención la actividad de las galerías de arte.

-¿Se arrepiente de compartir en un momento dado su labor de galerista con la de director de Artesantander?

-No, la verdad que no, y no me insista en el tema. Creo que a fuerza de mucho pensar, quizás el único posible motivo de arrepentimiento vendría en relación a mi exceso de generosidad. Le he dado mucho a la feria. Quizás demasiado. No me he guardado nada. Contactos y experiencia de muchos años. Incluso he formado a personas, que han aprendido conmigo y ahora están muy bien posicionadas. La vida es así. También he de reconocer que cuando una galería -ahora importante-, cuenta que su primera experiencia en una feria de arte fue en Santander, y gracias a mí, resulta grato, especialmente grato por lo infrecuente que es.

- ¿Cómo sale parada Artesantander en comparación con otras ferias nacionales?

-Bien. Todo el mundo sabe que es una feria distinta. Una feria real. Una feria que se asienta en muchos soportes. Pero sobre todo en el poso de su pasado, y aquí es necesario citar a Manolo Arce -y la Galería Sur-, y a Pancho Cossío y a muchos más; y cómo no, a esa extraordinaria generación de artistas que en la actualidad son invisibles en Santander, invisibles en el museo de su ciudad e igualmente invisibles en sus colecciones públicas. Me estoy refiriendo a Manolo Raba, Eduardo Sanz, Enrique Gran, Fernando y Martín Sáez, Senén Ubiña, Agustín de Celis, Ángel Medida y un largo ecétera... Esto y muchos más factores, han contribuido a que exista una generación de coleccionistas muy activos, que son un magnífico reclamo para la feria.

-Consolidar el programa de coleccionista, ¿es el gran reto para el futuro y la supervivencia de Artesantander?

-Consolidación y transformación. Digamos que en la actualidad, el perfil del invitado a la feria, se va modificando. Para esta edición, buscamos un perfil más próximo al gestor o responsable de un centro de arte contemporáneo, o de una colección, o de una programación. Digamos que personas para los que Artesantander sea una suerte de semillero de propuestas. Que vengan a descubrir propuestas artísticas nuevas. Esa es la idea del nuevo formato de 'Solo Project'.

-Para quienes creen que la crisis debe suponer un recorte de la actividad cultural, ¿cuáles son los argumentos que llevan a defender la celebración de una feria del arte?

-Me gustaría argumentar esto con datos, lo cual me resulta imposible en estos momentos, pero lo que si puedo afirmar, es que muchos de los que dicen esto, desconocen completamente la aportación de la cultura, -de las 'industrias culturales' de la región-, al Producto Interior Bruto de Cantabria, y se quedarían sorprendidos. Sobre Artesantander, sólo un dato. A trabajar a Santander esta próxima semana, vienen galerías -empresas- de Alemania, México, Colombia, Portugal, USA, o Bélgica. Eso tiene que ser 'necesariamente bueno'. Sólo puede contemplarse como algo positivo, con o sin crisis.

-Según su amplia experiencia, ¿qué momento vive el mercado del arte?

-Insisto en la idea de cambio de ciclo. Hay un mercado del arte, como dice, va 'sin cadena' a su aire, al margen de la sociedad y de cualquier realidad. (En la última subasta de 'Picassos' en Estados Unidos, de los nueve que se adjudicaron, cinco se vendieron para España). En la otra parte, estamos nosotros, -millones de personas-, como este proyecto de Artesantander, como muchos coleccionistas que compran en las galerías de su ciudad, como muchos profesionales que cuelgan en las paredes de los despachos obras que les gustan, como muchos responsables de instituciones que apoyan los proyectos culturales... y un largo ecétera que seguimos apasionados con el arte.

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