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CÉSAR CALVAR
Viernes, 22 de julio 2011, 02:18
Ya no hay marcha atrás. Los españoles que tengan previsto jubilarse después del año 2013 tendrán que trabajar más que sus mayores para cobrar una pensión. El Congreso de los Diputados dio ayer su luz verde definitiva a la controvertida reforma del sistema de pensiones, una de las medidas del Gobierno que ha recibido mayor contestación social en esta crisis. La edad de retiro queda fijada, con carácter general, en 67 años, aunque quienes quieran dejar la actividad a los 65 podrán hacerlo con todos sus derechos siempre que hayan cotizado 38 años y medio.
La reforma del sistema -la sexta desde los años ochenta de las pensiones y la octava para el conjunto de la Seguridad Social- inició su negociación parlamentaria hace más de seis meses y finalmente salió adelante ayer con el único apoyo del PSOE y de CiU. Su principal novedad es el incremento progresivo de la edad de retiro desde los 65 a los 67 años durante un periodo transitorio de 15 años. Desde 2013 hasta 2027 quienes se vayan a jubilar verán retrasado cada año un mes y medio el momento del abandono de la actividad.
El período de cómputo para el cálculo de la pensión también se alarga de forma gradual desde los 15 años actuales hasta los 25, pero se mantiene en los 15 el periodo de carencia, el mínimo exigido para generar el derecho a cobrar una pensión. Para percibir el 100% de la paga de retiro al llegar a los 67 años habrá que tener 37 cotizados, aunque quienes lo deseen podrán jubilarse a los 65 siempre y cuando hayan cotizado 38 años y 6 meses. Se trata, según el Gobierno, de un cambio que convierte al hasta ahora sistema de jubilación «imperativo» en otro «flexible».
A efectos prácticos, todo esto supone que los ciudadanos nacidos a partir de 1948 serán los primeros afectados por el aumento progresivo de la edad de retiro. Para los llegados al mundo a partir de 1960 la jubilación será ya a los 67 años, salvo que se retiren con 65 por haber cotizado 38 años y medio.
Autónomos y mujeres
La reforma amplía los derechos de algunos colectivos como los autónomos, las madres trabajadoras y aprendices. Los emprendedores podrán acceder a la jubilación anticipada voluntaria a los 63 años si han cotizado al menos 33. Además, los trabajadores por cuenta propia podrán ampliar su base de cotización hasta el 220% de la mínima, lo que les facilitará mejorar su futura pensión. Las mujeres que hayan tenido que interrumpir sus profesiones para cuidar de los hijos podrán sumar hasta cinco años de cotización, y los periodos de formación, prácticas y becas contarán como cotizados con un tope de dos años.
Durante su defensa de la reforma ante la Cámara baja, el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, negó que los cambios aprobados acarreen un recorte de derechos para los trabajadores. Cuando el nuevo modelo esté plenamente en vigor, dijo, las pensiones serán mayores que las actuales. «El objetivo es garantizar que el sistema público sea capaz en el medio y el largo plazo de pagar un mayor número de pensiones, durante más años y de una cuantía superior», afirmó.
Gómez aseguró que el nuevo modelo es similar, en cuanto a sus exigencias, a los instaurados en países como Alemania, Francia o Dinamarca y recordó que en 2050 habrá en España 18 millones de pensionistas. No es posible, dijo, «cerrar los ojos» ante el «desafío» que supone ese imparable envejecimiento de la población.
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