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GUILLERMO BALBONA
Domingo, 31 de julio 2011, 11:37
Seis décadas de profusa actividad escénica. Noches históricas, veladas con estrellas. El FIS, ese sello adherido a la Plaza Porticada, está asociado a voces únicas, a interpretaciones de excelencia marcadas en el calendario durante medio siglo XX. El Festival Internacional de Santander cumple sesenta años. Fiel a un modelo de cultura y escena, espejo de artistas, creaciones y producciones musicales de todo el mundo, la cita ha trazado un camino en el que la creación, la historia y la dimensión intercultural se han aunado en una panorámica documental, artística y festiva. Mañana lunes comienza la edición de aniversario. Una celebración prudente, limitada, con recortes, pero con la intención de que no conlleve una pérdida de calidad. Sin perder de vista a la crisis, la programación elude las ambiciones costosas y se presenta como un amplio abanico diversificado para todo tipo de gustos. La recuperación de la Porticada, el teatro en la calle, la apuesta intercultural, la música antigua y la cultura europea son algunos de los ejes de este cumpleaños, en el que no faltan evocaciones, homenajes a compositores, estrenos y la mezcla entre citas para gran público y algunas más arriesgadas o menos previsibles.
El Palacio de Festivales y los Marcos Históricos - más de una veintena de municipios- son los pilares de una celebración que en ningún momento ha eludido el tiempo de crisis que envuelve a la sociedad española contemporánea. Un 'Otello' en versión de concierto, con el tenor argentino José Cura y la soprano italiana Barbara Frittoli, y la Orquesta Sinfónica de Bilbao, bajo la dirección de Mario de Rose, conforman los primeros nombres propios del FIS 2011. El regreso a la Porticada con el teatro como protagonista será algo más que un guiño simbólico a los sesenta años de historia (ya evocada, a través de sus principales hitos, en estas páginas). Bajo el epígrafe de 'Un festival europeo abierto al mundo', el FIS que ha reducido el número de jornadas, propone hasta el 26 de agosto un itinerario escénico diverso y multicultural, comprometido y plural, realista con los recursos, pero sin disminuir «la energía que alimenta la creatividad y la comprensión», en palabras de los organizadores.
Cura, Shlomo Mintz, Jordi Savall, el Ballet Nacional de España, Rosa Torres Pardo, Nuria Espert, Ana Belén, la Francfort Radio Symphony Orchestra, Estrella Morente, Jue Wang, la Barockorchester Hamburg.... son la parte más llamativa del cartel.
La puesta de largo de la sinfonía Cántabra de Eduardo Rincón; el estreno en España del Concierto para piano número 3 de Liszt; el nuevo espectáculo 'Negro-Goya' del Ballet Nacional y, en el Santuario de La Bien Aparecida, el cuarteto Parissi que interpretará por primera vez el cuarteto número 2 de Jacobo Durán-Loriga, son referencias que aportan estilo y voz propia al FIS respecto a otras programaciones.
El Festival, que dirige José Luis Ocejo desde hace 31 años, da cabida en las próximas semanas a seis estrenos y abordará actuaciones, muestras o convocatorias vinculadas de una forma u otra a ocho conmemoraciones y aniversarios, entre ellos los del propio Festival, su 60 edición, y los veinte años que cumple el Palacio. El FIS dirá adiós con dos jornadas sinfónicas, a través de Symphony Orchestra of New Russia, con el violista y director Yuri Bashmet al frente. En la primera cita estará acompañada por el laureado pianista Jue Wang, que interpretará el 'Concierto para piano y orquesta número 2' de Rachmaninov mientras que el propio director será solista en 'Harold en Italia' de Berlioz. En la clausura prevé un programa centrado en dos grandes compositores rusos: Tchaikovsky y Prokofiev.
El bicentenario del nacimiento de Liszt, el centenario de la muerte de Mahler, el 75 aniversario de la muerte de Lorca, o el 50 de Jesús Guridi son algunas de las evocaciones previstas. Santander. En el caso de la Porticada, el Festival ha previsto las representaciones 'El joven burlador', de Tirso de Molina, 'Égloga de Plácido y Victoriano' de Juan de Encina, y el espectáculo de música, danza y teatro 'Mandrágora', con la orquesta y el ballet del Gran Teatro de Poznan.
Bien Aparecida y Nansa
Una edición, hermanada en efemérides con el Festival de Granada (ambos decanos de los festivales españoles) que mantiene su programación tradicional, adscrita a una estructura de ciclos: La magia escénica, la ópera en concierto, el ballet y el teatro; el universo sinfónico, el más ligado a la trayectoria, esencia y raíces del FIS, más los recitales y música de cámara. Y, en paralelo, la exhaustiva oferta en la región, que incluye además del 41 Ciclo Estival de Música Coral y de Organo de la Bien Aparecida, la cuarta edición del Festival Nansa Intercultural con seis conciertos.
La coincidencia del tiempo de plenitud al que llega el FIS con sus 60 años de existencia, y el tiempo de crisis que acosa al mundo en todos su ámbitos, apunta la dirección del FIS, «pone a prueba la confrontación entre la inercia entusiasta del principio de placer y la implacable contundencia del principio de realidad, es decir, la divergencia entre lo que quisiéramos y lo que realmente podemos».
El Festival subraya, como declaración de principios, que «la realidad se impone inexorable ante la necesidad de administrar coherentemente los recursos, obligándonos a todos a asumir los recursos reales».
El Palacio de Festivales, en el 20 aniversario de su creación, albergará a esta edición especial del FIS a través de un programa que contempla sendas sesiones operísticas en concierto; y el Ballet con Goya en coproducción hermanada con Granada. El espectáculo coreográfico del Ballet Nacional de España que precederá a la exhibición coreográfica de Uwe Scholz con 'La Creación' de Haydn. También el teatro, estos años casi ausente, con Nuria Espert en 'La violación de Lucrecia' de Shakespeare, y el espectáculo íntimo de Ana Belén y Rosa Torres Pardo bajo la dirección de José Carlos Plaza.
El Universo sinfónico, «uno de los paradigmas que ha sustentado el Festival desde sus inicios», atiende a las conmemoraciones históricas más significativas del año (Mahler y Liszt), «sobre el sinfonismo puro y el programático de Tchaikovsky y Prokofiev, el sinfonismo concertante de Mozart, Liszt, Rachmaninovy Berlioz, y el coral del Oratorio (El Mesías de Haendel), con orquestas e intérpretes de reconocido valor internacional». A los recitales y conciertos de Música de Cámara del Palacio, se sumarán los ciclos de los Marcos Históricos de Cantabria construidos sobre los epígrafes: 'El color español fija su intensidad colorista en el IV Centenario de Tomás Luis de Victoria, recuerda a Jesús Guridi en el 50 aniversario de su muerte y homenajea a Ángel Sanz-Briz.
En colaboración con la Fundación Botín, Nansa Intercultural, 'El canto llano', cuenta con la presencia de grupos procedentes de Grecia, Francia, Serbia, Bélgica y España. Asimismo, se incluye la nueva muestra del Festival en la calle.
Las exposiciones previstas se abren mañana, como se avanzó, con la muestra de carteles del FIS en el Palacete del Embarcadero, que supondrá una retrospectiva iconográfica en la que se aúnan arte, historia e interpretación gráfica de la vida escénica y la integración del Festival en su sociedad.
Decenas de artistas cántabros han dejado su sello en esos carteles hasta el que preside esta edición conmemorativa, bajo el trazo del poeta y pintor Julio Maruri. Cantabria en papel, colección de trajes, se exhibirá durante la primera quincena en el Palacio y la muestra 'Visados para la libertad', en colaboración con la Casa Sefarad, en la segunda quincena hasta la clausura del FIS.
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