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NIEVES BOLADO
Sábado, 20 de agosto 2011, 21:23
Los ceses, sustituciones y rescisiones de contratos en la administración regional van en cadena. Si hace dos días el Gobierno cántabro decidió el del hasta ahora director gerente de Cantur, Diego Higuera, y su sustitución por Roberto Media Sainz, ayer se acordó el cese del director del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Miguel Otí Pino. Aún se desconoce quien será su sustituto.
Tras ocho años al frente de la instalación emblemática de la empresa pública Cantur, Otí se mostraba ayer visiblemente molesto «por las formas». «No he recibido ninguna notificación por escrito, ni el finiquito de mi contrato, ni un preaviso. Me he enterado verbalmente, no por conducto oficial, cuando la noticia ya estaba en la calle», lo que, reconoce, le ha disgustado «mucho», dijo ayer a este periódico.
Es sincero al aceptar que, «por una parte, esperaba este relevo, pero por otra, no, ya que mi puesto no es de confianza ni político, sino que fui contratado laboralmente, y por periodo indefinido, en calidad de técnico. Nunca he pertenecido a ningún partido y nadie me preguntó, al ser contratado, a quien votaba».
Acepta que siente «pena» por abandonar este trabajo, «al que he dedicado ocho años de mi vida que han sido muy enriquecedores. Yo nací a 50 metros de este parque, cuando aún era mina, y en ella trabajó mi padre. Creo que merezco haberme enterado de la decisión que ha tomado en Cantur de otra manera».
Se siente orgulloso, no obstante, de los avances que, bajo su dirección, se han producido en el parque, que durante estos ocho años, ha sido visitado por 4,5 millones de personas. Relaciona algunas de las consecuciones en este tiempo, «como el edificio de los gorilas, la ampliación de las taquillas y su informatización, lo que ha eliminado muchos atascos a la entrada, la mejora y ampliación del servicio de hostelería, el aparcamiento interno, el refuerzo de la seguridad...».
Avisa que vienen «tiempos muy difíciles para el parque», por los recortes presupuestarios que, «seguramente», impedirán la realización del que era su proyecto más acariciado: «La legislación medioambiental obligará a que los miles de vehículos que circulan por el parque no puedan seguir haciéndolo por lo que habría que sustituirlos por medios de transporte colectivos y eléctricos, para rebajar la contaminación». No se da por cesado, pero sabe que es así, y no quiere dejar de agradecer la colaboración recibida del veterinario Santiago Borragán, su equipo, y de todos los trabajadores.
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