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NACHO CAVIA
Jueves, 8 de septiembre 2011, 10:23
Una parte del camino que incluye tramos de la calzada romana del monte Fresneda de Los Corrales de Buelna se vio afectado ayer por el paso de maquinaria pesada que llevaba a cabo una tala de pinos autorizada, en principio, por el Servicio de Montes. Varios paseantes advirtieron al Ayuntamiento de la presencia de esa maquinaria y de forma inmediata se dio traslado de la preocupación al Gobierno regional. Tras la visita a la zona de guardas forestales y, especialmente, de los arqueólogos del Servicio de Patrimonio de la Consejería de Cultura, se determinó que en ese tramo no existía empedrado original de la calzada, por lo que los daños se han limitado al camino que traza el largo recorrido de la vía romana, pero no a las zonas que se conservan de esa parte del patrimonio histórico.
Aún así, uno de los principales problemas se centra en la dificultad de determinar la gravedad exacta de los daños, debido a la falta de un estudio riguroso sobre el estado de conservación de toda la calzada romana de Fresneda, en total cerca de dos kilómetros de extensión con zonas empedradas donde se aprecia perfectamente ese camino y áreas donde apenas queda rastro, como parece ser la afectada por el paso de maquinaria.
Otro de los problemas por determinar es la extensión de la autorización concedida a la empresa para la tala de pinos. En principio, se concedió por Montes como aprovechamiento forestal, pero, según apuntaban ayer los representantes de los gobiernos regional y local, la forma en la que se han arrastrado los árboles talados podría no haber sido la correcta, algo que se sabrá a lo largo del día de hoy, como reconocía la alcaldesa, Mercedes Toribio Ruiz, en su visita a la calzada.
Advertencia
La preocupación surgía al mediodía de ayer, cuando las personas que pasean por ese viejo camino llamaban al Ayuntamiento para alertar de la presencia de camiones sobre la calzada. El concejal de Medio Ambiente, Valentín Aguado Quintial, se trasladó inmediatamente a la zona acompañado por la Guardia Civil, que dio orden de paralizar los trabajos. Mientras, la alcaldesa comunicaba los hechos a las consejerías de Cultura y Ganadería. De forma inmediata las direcciones generales de Cultura y Montes dieron respuesta y al poco tiempo guardas forestales y arqueólogos visitaban la calzada con Toribio y Aguado. Al final, la cosa se ha quedado en un susto y, sobre todo, en una «advertencia» de la necesidad de preservar y poner en valor esa calzada, según decía ayer mismo la alcaldesa, quien recordó otro «susto» reciente, las marcas en las estelas gigantes.
El último estudio de la calzada data del año 2002, con Mercedes Toribio también entonces al frente del Ayuntamiento. Se databa la calzada en el año 20 y se hablaba de su estado general. Pero no se han dado más pasos hasta ahora. Hace apenas un mes, el Ayuntamiento presentaba ante la Consejería de Medio Ambiente un proyecto de recuperación y creación de un área de interpretación de esa calzada, precisamente en otra zona que sí se ha visto afectada por el arrastre de los árboles talados, según explicó el edil de Medio Ambiente, Valentín Aguado Quintial.
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