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IRMA CUESTA
Sábado, 1 de octubre 2011, 13:46
Hasta las doce de la noche del jueves estuvieron los miembros del Consejo de Gobierno con sus directores generales haciendo números. El equipo de Diego se esfuerza en cumplir con un mandato que se antoja aún más complicado de lo que las más pesimistas estimaciones habían pintado. Primero, resulta prioritario cerrar las cuentas del año que todavía no acabado. «Hemos analizado partida por partida todas las de cada una de las consejerías. Las exigencias presupuestarias prioritarias nos hacen centrarnos en conseguir el objetivo del déficit que se nos exige. Si no lo hacemos, no podremos endeudarnos el año próximo, y si no podemos endeudarnos, no podremos ni pagar las nóminas de los funcionarios». La consejera de Presidencia, Leticia Díaz, explica así parte del trabajo al que está dedicando unas jornadas maratonianas el nuevo Ejecutivo.
Respecto a las cuentas del año próximo, el Gobierno fija las líneas estratégicas con la vista puesta en «cambiar el modelo productivo. Un objetivo imprescindible para comenzar a administrar mejor».
Mientras, el presidente volvió a hablar ayer de la imposibilidad de abordar algunos de los proyectos que tenía pensados cuando ideó un plan para sacar a Cantabria de la crisis si ganaba las elecciones. Ignacio Diego admitió que el Gobierno tendrá que renunciar a «muchas» de las políticas que quería poner en marcha por la falta de recursos económicos. «Lamentablemente, mucho de lo que el Partido Popular quería poner en marcha va a quedar paralizado porque no hay recursos. Todo lo demás son brindis al sol», dijo el presidente a las puertas del VII Encuentro Estatal de Participación de personas en situación de pobreza y exclusión social.
Distintas realidades
Uno por uno, los miembros del Gobierno reconocen que cada departamento vive una realidad distinta. La mayoría, sin embargo, asume que las posibilidades están muy limitadas. El consejero de Medio Ambiente y Urbanismo prevé que el año próximo su departamento terminará lo que está en marcha para cumplir con los compromisos adquiridos con los ciudadanos, pero Javier Fernández no confía en disponer de mucho margen en 2012. «Es probable que ese año se dedique, en gran parte, a poner en marcha todos los procedimientos administrativos obligados. De esa manera, en 2013, en mejores condiciones, podremos comenzar a desarrollar nuevos proyectos de manera inmediata», añadió el titular de un departamento que afronta, entre otros problemas, el de las viviendas con sentencia de derribo.
La idea es, en cualquier caso, «invertir bien y planificar con sentido común», aseguró sin ocultar que los próximos serán unos presupuestos «austeros y sacrificados».
La reunión que el Consejo de Gobierno dio por finalizada a las doce de la noche del jueves, volvió a retomarse ayer. Un nuevo encuentro que Diego calificó de «puesta en común para que, tras el trabajo técnico, se adopte ya la decisión política». El presidente explicó que, tras el trabajo realizado por los técnicos en cada consejería, es el turno de tomar decisiones y fijar prioridades. Algo de lo que ayer no quiso adelantar nada.
La ley establece que el Gobierno debe presentar en el Parlamento el proyecto de ley de presupuestos de la comunidad autónoma de Cantabria antes del 30 de octubre para iniciar su trámite parlamentario. La cuenta atrás ya ha comenzado.
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