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IRMA CUESTA
Domingo, 9 de octubre 2011, 11:01
Cientos de ordenadores apilados junto a terminales de teléfono, cartelería, felpudos, e incluso paraguas, duermen el sueño de los justos mientras acumulan polvo en una nave de Camargo. Todos ellos fueron comprados por la Fundación Comercio Cantabria, uno de los buques insignia del anterior Gobierno fletado para dinamizar la actividad comercial y sobre el que ahora planea una auditoría de gestión que el actual Ejecutivo está decidido a encargar.
Nacida en el año 2007, y con un presupuesto de 15,5 millones de euros, esta iniciativa se marcó como objetivo la incorporación de más de cuatro mil comercios, pero en la actualidad son 685 los establecimientos que siguen ligados a la propuesta. La eficacia de la gestión, que ha sido criticada a lo largo de estos años por diferentes colectivos comerciales (Coercán entre ellos), fue puesta en duda por primera vez cuando 14 meses después de que Caja Cantabria hubiera firmado un contrato marco de colaboración para la promoción y puesta en marcha del programa de fidelización comercial 'Comercio Cantabria'(18/4/2008), la Fundación, aduciendo que había «debilidades en el sistema y aspectos que necesitan perfeccionarse», lo dio por finiquitado. La decisión supuso para las arcas del Gobierno bipartito 700.000 euros, el dinero hubo de pagarse a la entidad bancaria por ruptura de contrato. Hoy, entre la mercancía que acumula polvo en el almacén de Camargo, mucha lleva el logotipo de la entidad de ahorro.
El germen de la Fundación estuvo en el ámbito de las nuevas tecnologías. La convocatoria de un concurso de subvenciones para que los establecimientos asociados accedieran a la compra de ordenadores y a su conexión a Internet, el llamado 'Plan Cantabria en Red', dio paso a la creación de Comercio Cantabria en 2007.
Luego, además de esa apuesta por las nuevas tecnologías, la Fundación puso en marcha, entre otras propuestas, cursos de formación y el Plan Renove Mueble, una iniciativa que terminó en los tribunales con un saldo, hasta la fecha, negativo para la Administración regional. El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria anuló en julio de este año el plan que aprobó el Gobierno PRC-PSOE por considerar que vulnera el principio de igualdad y libre competencia al excluir de la orden de ayudas a las grandes superficies. El tribunal da la razón a los demandantes, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, y el actual Ejecutivo estudia ahora si procede recurrir la sentencia.
1.213 computadoras
La Fundación adquirió, en su empeño en acercar el comercio a las nuevas tecnologías, 1.213 ordenadores. Las máquinas se instalaban en los establecimientos y más tarde el comerciante decidía si quería quedarse con ellas. El problema es que muchos de ellos, concretamente 430, se instalaron en comercios que más tarde decidieron que la propuesta no les convenía. Sólo 142 comerciantes compraron los equipos, otros muchos los devolvieron y otros siguen reclamándose sin éxito.
El Consejo de Gobierno que presidía Revilla autorizó el 20 de abril del 2011 un compromiso de 3,2 millones para el periodo 2012-2013. Mientras, el número de empresarios adheridos a la iniciativa no dejado de descender. Si el 1 de enero de 2008 estaban registrados 1.525, a día de hoy son 685. El nuevo Gobierno ya ha decido someter a la Fundación Comercio Cantabria a una auditoría de gestión. La idea es saber si continuar merece la pena y, probablemente, decidir qué hace con esos ordenadores.
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