«Es el primer accidente que hemos tenido en los 55 años de la empresa»

Manuel Madrazo sabe cómo un accidente de tráfico puede cambiarlo todo. Hace 27 años perdió a su mujer en uno, que le dejó a él postrado en el Hospital Valdecilla durante un año. Salió con una cojera permanente y su empresa de autobuses, casi en la ruina, a causa de la inactividad durante su larga convalecencia. «Tenía 14 autobuses y tuve que empezar prácticamente de cero, sólo con dos», recuerda en sus instalaciones de Treto. Logró remontar. Reconstruyó una compañía que hoy vive de los servicios escolares a once colegios de Castro o Ramales, y de constantes servicios discrecionales, principalmente excursiones como la que el pasado jueves acabó en tragedia en la autovía A-8. Una mujer muerta y dos hombres heridos graves: uno de ellos, el marido de la fallecida, con lesiones preocupantes en un pie; el otro, Óscar Jesús Rozas, empleado de Madrazo cuyas piernas quedaron atrapadas entre hierros.

«Fue el primer accidente que hemos tenido en los 55 años que tiene la empresa», lamenta Manuel con sequedad sobre un suceso que se produjo a apenas un kilómetro de su negocio. Tiene 78 años y es uno de esos jubilados que no ha dejado de trabajar «ni un día, porque es lo que sé hacer». Aunque la empresa la dirige su hijo, Manuel es quien atiende y quien habla con orgullo de sus 17 trabajadores y de los 18 vehículos con que cuenta su flota: «Dinero no tendré, pero buenos autobuses, todos», e invita a subir a un Scania PB impoluto, nuevecito, de los aparcados en su nave. «Con 50 millones (de pesetas) igual lo pagas. Y todos los años vamos cambiando; en 2010 compramos cinco, y este año, uno», dice sobre los autocares, que rara vez superan los cuatro años de antigüedad, según añade el veterano empresario.

Está seguro de que el autobús de su compañía que transportaba a los 44 jubilados no fue el culpable de la colisión con el camión, como coincide el primer informe. Pero admite un punto de «mala suerte», de que una desgracia así le puede tocar a cualquiera, sea conductor, pasajero o empresario. Y, por supuesto, confía en que el incidente no repercuta en su negocio. Lo dice paseando por la nave de la empresa, sobre la que se ubica su vivienda, pues el trabajo y la familia son aquí la misma cosa.

Evolución de los heridos

El marido de la mujer fallecida en el accidente de la A-8 continúa ingresado en el Hospital Valdecilla con pronóstico estable, recuperándose de sus graves lesiones en el pie izquierdo y de un cuadro de multicontusiones leves.

Por su parte, el otro herido grave, el conductor del autobús, que también presenta policontusiones, evoluciona favorablemente, según informaron fuentes del Gobierno de Cantabria. Por último, los cuatro heridos leves que continúan ingresados -tres en Santander y uno en Laredo- también evolucionan satisfactoriamente, aunque dos presentan traumatismos craneoencefálicos y el pronóstico de uno de ellos es reservado.