El interventor de Castro apuesta por la disolución de la Junta Vecinal de Sámano

El interventor municipal de Castro Urdiales, Fernando Martínez, cree que la mejor solución para acabar con los problemas económicos de Sámano es la disolución de la Junta Vecinal.

Al menos así lo trasladó ayer a los concejales que participaron en la Comisión Informativa de Sámano, en la que se debatió sobre la gestión económica del anterior pedáneo Javier Eguren.

Además del alcalde de Castro Urdiales, Iván González (PP); el concejal de Juntas Vecinales, Javier Virto (PRC); el de Hacienda, Javier Muñoz (PP), y los representantes del resto de partidos de la Corporación castreña, la comisión contó con la presencia del actual pedáneo, Fermín Urquijo, y su antecesor en el cargo, Javier Eguren.

Al término de la reunión, que se prolongó por espacio de dos horas, el concejal de Juntas Vecinales avanzó que el Ayuntamiento tiene varias opciones para hacer frente a la «complicada» situación económica de Sámano. Lo que sí dejó claro es que «estamos en contra de la disolución de la Junta Vecinal». Una afirmación que fue suscrita del todo por el responsable de Hacienda.

Aun así, Virto reconoció que desde que entraron en el Gobierno municipal, el interventor ha insistido en que la mejor solución a este problema pasa por la disolución.

Sin embargo, el Gobierno local baraja otras opciones, como realizar un préstamo a la pedanía para que pueda ir saldando «poco a poco» sus deudas. Para llevar a cabo este paso, primero es necesario fijar esa subida de impuestos que pretenden aplicar de cara el próximo presupuesto, el de 2012. Así, el equipo de gobierno tendrá una idea de los ingresos con los que puede contar para inversiones. «Al final, todo pasa por hacer una aportación de dinero a la Junta Vecinal, ya que sólo tiene ingresos por los aprovechamientos forestales y la guardería, además de las subvenciones municipales», apuntó Virto.

A lo que ya no tiene derecho Sámano es a las subvenciones regionales, ya que parte de su deuda es con la Tesorería de la Seguridad Social.

En la reunión de ayer, el interventor desveló que el anterior gobierno de la pedanía, presidida por el exsocialista Eguren, llegó a gastar 3.000 al mes en los seis móviles que tenían los empleados. «Además, ha habido muchos gastos en fiestas y en comidas. Había muchas facturas sin concretar el gasto. Vamos, que ha sido una anarquía total», apuntó ayer Virto.

Una última opción que plantea el equipo de gobierno para atajar la deuda de Sámano es alquilarle su polideportivo. «Castro necesita instalaciones deportivas y no sería una mala opción. Lo que tenemos que ver es si el Ayuntamiento está en condiciones de poder asumir ese gasto».

El pedáneo de Sámano, Fermín Urquijo, fue ayer cauto y sólo quiso rechazar la posibilidad de disolver la Junta Vecinal que preside. «Cualquier cosa que suponga pagar a los proveedores y a los empleados está bien», se limitó a señalar.