La miel en los labios del Grupo Pinta

Por un solo gol, el Grupo Pinta perdió ayer el partido frente al Fútbol Club Barcelona. Un único tanto que le hubiera permitido hacer un poco de historia al ser el primer equipo en derrotar al cuadro culé en su estadio y sumar dos puntos más en su casillero que le auparía de nuevo a la segunda plaza en la tabla. Sin embargo, el cansancio le jugó una mala pasada al conjunto torrelaveguense que se quedó con las miel en los labios cuando con el empate ya en la mano, el extremo Aitor Ariño establecía el definitivo 30-29 en el luminoso del pabellón Joan Gamper, donde se dieron cita un total de 150 espectadores. Y es que, a falta de tres minutos, el Grupo Pinta ganaba por dos tantos de ventaja.

El partido arrancó con un Grupo Pinta muy concentrado, con una defensa intensísima y constantes salidas a la contra, el escenario soñado por los cántabros comenzaba a hacerse realidad. Así, en los primeros cinco minutos el resultado era de 1-4.

Los pupilos de Toni Gerona tardaron en comenzar a carburar pero cuando lo hicieron redujeron la diferencia inicial de los visitantes. Ambos equipos apostaron por un balonmano rápido, atrevido, con claro protagonismo para los ataques. Con el tanteador igualado, el choque se convirtió en un combate entre dos ejércitos convencidos de lograr la victoria. La diferencia clasificatoria entre ambos equipos no se plasmó en la cancha. A pesar de las bajas de Joaquín Marcos y Alberto Pérez, el equipo estuvo en partido en todo momento. Al descanso el marcado reflejaba un empate a 19.

En la segunda parte se mantuvo la misma tónica: igualdad total e intercambio de golpes. A cada gol del Barça, respondía el Grupo Pinta con la misma moneda y cuando quedaban 3 minutos, el Grupo Pinta ganaba por dos. Cuando parecía que la sorpresa iba a consumarse, pasó lo inevitable. En esos momentos, emergió Aitor Ariño para enterrar la ilusión de los naranjas.