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El Racing, al borde de la desaparición
TRIBUNA LIBRE

El Racing, al borde de la desaparición

JAVIER NORIEGA GÓMEZ :: JOSE IBARROLA

Domingo, 30 de octubre 2011, 02:11

Francisco Pernía se refería habitualmente a los cuatro pilares que situaba como fundamento de la gestión del Racing: los apartados económico, social, deportivo y patrimonial. Veámoslos uno a uno. En lo económico, el Racing se encuentra en la ruina e inmerso en un proceso concursal de impredecibles consecuencias y en el que el informe de los administradores establece una deuda de 47,8 millones de euros (7.953 millones de pesetas), frente a los 21 reconocidos por el director general, Sr. Bedoya Arroyo, en junio y los 33 de los que informó a los medios en julio. Respecto de la queja de falta de aportación de dinero público, los impuestos no pueden destinarse a sufragar los salarios millonarios de un equipo profesional, a pagar millones a oscuros intermediarios, al famoso Audi S8 o a los gastos de las tarjetas Visa oro de la entidad, por nombrar solo cuatro ejemplos.

La inexistencia de ingresos por la venta de jugadores no solo es coyuntural y motivada por la crisis, sino debida a la falta de un organigrama deportivo serio y de una política de cantera, sustituida por la improvisación y por fichajes de ultimísima hora a golpe de talonario, en su mayor parte provenientes de determinado representante; o jugadores desconocidos, veteranos o cedidos sin opción de compra que han servido, en el mejor de los casos, para salvar la categoría pero que no generan un euro y cuyo coste se antoja inasumible.

El Racing debe presupuestar y gastar únicamente el dinero que genera y no es necesario abonar 341.624 euros a unos administradores concursales complacientes para que nos digan que evitar el descenso no justifica que se gaste más de lo que se ingresa, o que una empresa que presenta pérdidas de más de 14 millones de euros al año no puede mantenerse.

¿Cómo es posible que el Sr. Pernia presentara un Presupuesto para la temporada 2010/11 de más de 33 millones de euros en el que preveía ingresos de 8 millones por traspasos de jugadores? ¿O que nadie denuncie esta situación y únicamente dos o tres accionistas minoritarios, de forma testimonial, se opongan en Junta a la aprobación de tal presupuesto? ¿A cuánto ascienden los pagos a intermediarios, lo abonado a jugadores para la rescisión de sus contratos, los intereses de la deuda, los honorarios de abogados y procuradores, el coste de la vergonzosa aventura americana del Racing Primavera, los recientes viajes a Bahrein o Suiza o la búsqueda infructuosa de inversores extranjeros?

Es una evidencia que el Consejo ha derrochado el dinero que no tenía y ha conducido al club al borde de la desaparición. La gestión de estos últimos años ha sido nefasta y cuasi-delictiva y el sueño de la UEFA y las semifinales de Copa del Rey nos van a salir caros.

Durante el mandato del Sr. Pernía Calvo se han fichado 49 jugadores (con las correspondientes comisiones) y se han obtenido 43 millones como beneficio por el traspaso de jugadores (según el propio Racing) y, en contrapartida, el Sr. Pernía Calvo nos ha dejado el mayor presupuesto en la historia del Racing (2008-09), el mayor gasto ordinario en un ejercicio (2007-08) y el peor estado de cuentas de la entidad en casi 100 años de historia (2009-10), con un resultado negativo en un único ejercicio de más de 14 millones de euros, si es que el 2010-11 no lo supera.

No estoy de acuerdo con la afirmación del Consejo saliente de que los ingresos ordinarios no son suficientes para afrontar los gastos ordinarios necesarios para competir en Primera y, si no, ahí tenemos al Levante y al Sporting, cuyos resultados no desmerecen de los del Racing, pero con presupuestos muy inferiores. Si hay que elegir, es preferible un club saneado y digno en Segunda a no poder celebrar el centenario.

En cuanto al aspecto social, el Racing cuenta únicamente con 12.700 abonados. El Consejo ha dilapidado la mayor adhesión que jamás la sociedad cántabra haya demostrado al club, con más de 19.000 abonados y una comunión perfecta entre la grada y el equipo que se manifestó, entre otro ejemplos, tras el partido de Copa frente al Athletic, con los más de 4.000 desplazados a París para seguir al equipo en la UEFA, o en el espíritu de las semifinales de Copa frente al Getafe. Esta temporada no acudimos más de 10.000 aficionados cada domingo a ver al Racing (la menor afluencia en la historia moderna del club en Primera), con una mezcla de desánimo y absoluta indiferencia.

En el ámbito deportivo la situación no puede ser peor. En diez jornadas, el Racing ocupa puestos de descenso, no conoce la victoria y solo ha marcado en tres partidos y empatado cinco. Conseguir diez victorias que nos den la salvación o treinta goles a favor se antoja inalcanzable. El fichaje de un entrenador ultradefensivo y desfasado, y la peor plantilla que se recuerda -que conjuga veteranos en la antesala de la jubilación con cedidos de última hora o jugadores que no han demostrado nivel suficiente- nos ofrece un panorama desolador cuya única duda parece residir en conocer la jornada en la que se certifique matemáticamente el descenso.

En el apartado patrimonial y gracias al acuerdo alcanzado por el Racing con el Ayuntamiento de Santander y el Gobierno de Cantabria, y a la financiación obtenida de ambas instituciones, se acaban de inaugurar las instalaciones en La Albericia, dignas, por fin, de un equipo de Primera División y que permitirán su uso por las secciones inferiores y otros equipos. Pobre bagaje que constituye quizás el único logro conseguido por el Sr. Pernía Calvo durante su lustro al frente del Racing.

Como hemos comprobado, la situación de quiebra económica, social, deportiva y patrimonial del Racing deja poco lugar a la esperanza.

Sr. Pernía, no vea fantasmas donde no los hay. Era un clamor en la sociedad que tenían que abandonar el Consejo e irse de manera inmediata. Este era el punto de partida para lograr la salvación de la categoría y la supervivencia del club. Ahora comienza el trabajo.

No formo parte de ninguna conspiración orquestada, ni represento a terceros, ni a ningún grupo mediático. Si tuviera la más mínima prueba de que Usted hubiese robado durante su mandato, no escribiría este artículo, simplemente interpondría una querella en el juzgado de guardia.

Como todos sabemos, la segunda fase del proceso de ampliación de capital se encuentra paralizada desde junio por lo que -una vez consumada la salida en bloque de los actuales dirigentes- habría que pensar en reanudarla y activar la segunda ampliación de capital ya aprobada por la Junta e intentar lograr un vuelco en el accionariado, que permitiría alcanzar al nuevo inversor la mayoría del capital social del club, y ello con independencia del resultado que depare la controversia judicial entre el supuesto dueño (Alí) y el anterior máximo accionista (Montalvo). Para ello, y a falta de inversor, necesitaríamos aunar cuatro mil voluntades que estuvieran dispuestas a invertir mil euros cada una en la compra de acciones y lograr la verdadera atomización del club de la que tanto se habló hace unos años. Con independencia de que se logre captar o no un inversor y que el sueño de la atomización sea prácticamente inviable, los Administradores Concursales deben proponer ya y la jueza nombrar -hasta la celebración de la Junta General de Accionistas- a un equipo gestor profesional, austero y transparente que ofrezca garantías a los jugadores y a la masa social y que intente mediar para pactar, entre otras, una rebaja en el sueldo de los futbolistas que aporte tesorería y nos permita, por ejemplo, fichar al jugador-gol del que este equipo carece.

No es admisible que los miembros del Consejo de Administración saliente o el Director General permanezcan en el club con carácter interino. Y un ruego al Gobierno regional, quien tiene pendiente una explicación sobre lo ocurrido y firmado en Zurich para que podamos saber quién es el verdadero dueño del Racing, si el Gobierno sigue ostentando a través de Cantur alguna acción o derecho sobre ellas, la comentada posibilidad de ejercer garantías o una opción de compra, así como el verdadero coste que ha supuesto para las arcas públicas.

Simplemente me niego en octubre a dar por descendido al Racing y a aceptar que su desaparición sea inevitable.

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